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Gente Corriente

Cuando sólo se miran su ombligo

Si no cerró el negocio durante la crisis fue gracias a su empuje y tenacidad pero, sobre todo, gracias a sus trabajadores. Como muchas empresas canarias que han sobrevivido tras rebajas salariales, despidos y muchas horas extras no abonadas. Ahora Juan, el del bar, levanta cabeza pero sólo la baja para mirarse el ombligo.

La economía española, después de nueve años, ha vuelto a los niveles precrisis. Según los datos del INE, hemos recuperado el tamaño de nuestro PIB. Eso sí, con sangre, sudor y lá- grimas en un recorrido que ha dejado a mucha gente en el camino.

Las estadísticas dicen que el milagro se ha producido y que, oficialmente, hemos salido de la crisis. Pero lo que no se ha reparado es el empleo. Hemos vuelto a tener el PIB de antes con menos trabajadores. Es decir, producimos lo mismo que en 2008 aunque con 2,5 millones de empleados menos.

Lo que está pasando no tiene nombre. Aunque se necesiten más trabajadores, en lugar de nuevas contrataciones, seguimos echando más horas. O sea, que un sacrificio temporal para sacar esto palante se ha convertido en la médula del sistema. Pues qué chollo, oye.

Como los salarios. Acumulan un descenso de más del 10% desde que comenzamos a oír la palabra crisis. En su conjunto, la remuneración de los asalariados supone 40.000 millones de euros menos. Otro gran chollo que te convierte en afortunado si tienes una nómina mileurista.

Mientras, los beneficios de las empresas ya han superado el volumen previo a la Gran Recesión. No lo digo yo, lo dice el INE: en 2016 ascendieron a 473.000 millones a diferencia de los 465.000 millones de 2007, lo que viene a ser todo un ejemplo de la distribución solidaria de la renta en este país.

Un país que, básicamente, lo están levantando los trabajadores que no llegan a final de mes o no pueden hacer frente a los imprevistos para engordar con su esfuerzo las cuentas empresariales. Una suerte vivir aquí.

Sobre todo en Canarias, donde tenemos los segundos peores salarios de España con un sector turístico que no para de romper techos. El año pasado recibió cerca de 15 millones de visitantes y su facturación creció un espectacular 15% que se acumula a años anteriores.

¿Y qué pasó con el empleo? Pues aumentó muy por debajo de sus ingresos, dominando el trabajo precario y parcial. Ole y ole a nuestros empresarios que han recibido hasta la reprimenda de la consejera de Turismo del Gobierno de Canarias.

Les ha venido a decir finamente que, ante esta bonanza, deben hacer un esfuerzo para garantizar buenas condiciones laborales a los trabajadores del sector ya que son los "verdaderos protagonistas de este éxito". ¿Oyeron?

Ah, no, que están en sus cosas. Como el presidente de la CEOE-Tenerife, que esta semana achacó la escasa renta per cápita de los canarios a la maraña administrativa. ¿Y ustedes, además de mirarse el ombligo, qué es-tán haciendo con los sueldos para mejorarla?

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