Era de esperar. Tras su rotundo triunfo en las primarias de hace un mes no había duda de que Pedro Sánchez arrasaría en el Congreso del PSOE de este fin de semana, como así ha sido. Sí sorprende en cierta medida la total desmotivación mostrada por los susanistas en el cónclave madrileño. Que sólo el oficialista asturiano Fernando Lastra pidiese la palabra para oponerse a la España "plurinacional" planteada por el reelegido secretario general socialista demuestra el muy bajo estado de ánimo con el que acudieron al Congreso quienes apostaron por la política andaluza en las elecciones internas de mayo.

Ante esta situación es lógico que los sanchistas estén crecidos y convencidos de que se van a hacer con el control del partido en casi todas las comunidades autónomas, excepto Andalucía. En Asturias se puede asegurar que la desde hoy nueva vicesecretaria general, Adriana Lastra, (exultante estos días en los pasillos del palacio de congresos madrileño) se va a volcar en la defensa del candidato que presenten los partidarios de Pedro Sánchez en las primarias del próximo otoño. Aunque sólo sea por el pundonor de ganar en su región.

Y, también, para infligir una nueva derrota al sector de la Federación Socialista Asturiana que considera que la menospreció, el sector que lidera Javier Fernández (quien, por cierto, es el único de los barones que apoyaron a Susana Díaz que ya ha anunciado que dejará voluntariamente la secretaría regional del partido, tras el verano).

En las circunstancias actúales, si nada cambia en las próximas semanas, no da la sensación de que los susanistas (más bien ahora javieristas u oficialistas) asturianos estén en la mejor predisposición para hacer frente a Sánchez y Lastra por el control del partido.