La Provincia - Diario de Las Palmas

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OBSERVATORIO

Los grandes avances en la lucha contra el cáncer: batallas de una guerra que se está ganando

La sociedad tiene la impresión de que sufrimos una "epidemia" de cáncer. Todos tenemos casos cercanos de familiares o amigos que sufren esta enfermedad. Hoy en día, aproximadamente cuatro de cada 1.000 personas son diagnosticadas cada año de cáncer en Canarias. Es mas, uno de cada dos varones y uno de cada tres mujeres tendrán un cáncer a lo largo de su vida. Estas cifras que parecen alarmantes, están relacionadas fundamentalmente con una mayor longevidad de la población y por la pérdida de hábitos de vida saludables.

El 70% de los cánceres se relacionan con nuestros hábitos de vida, incluyendo factores dietéticos, ambientales, consumo de alcohol y tabaco y ejercicio físico. Efectivamente, hay una relación directa entre obesidad y el cáncer, entre tabaco y cáncer y entre ausencia de ejercicio físico y cáncer. Los tumores más frecuentes en Canarias son el cáncer de próstata en el varón y el cáncer de mama en la mujer. Si consideramos la población en general, con independencia del género, el cáncer de colon es el mas frecuente. Estos cánceres están relacionados con factores dietéticos, la obesidad y la falta de ejercicio físico.

Sin embargo, el cáncer de pulmón es el tumor que produce mas mortalidad. Este tumor está causado por el tabaco en 9 de cada 10 casos. También se asocian al uso de tabaco, los tumores de vejiga, páncreas y otros.

Junto a la posibilidad de mejorar nuestros hábitos de vida, podemos realizar pruebas que permitan el diagnóstico precoz de la enfermedad, mejorando las curaciones y minimizando la agresividad de los tratamientos. Los programas de diagnóstico precoz que han demostrado una mejora clara de la supervivencia de las personas incluidas en los mismos son el cáncer de mama, cáncer de cuello uterino y cáncer de colon.

Es probable que el primero de los grandes avances contra el cáncer haya sido el reconocimiento del papel que cada uno de nosotros tiene para evitar padecer esta enfermedad a través de hábitos de vida saludables y la implantación generalizada de programas de diagnóstico precoz.

El segundo de los grandes avances en la Oncología ha sido un profundo cambio en la forma de atender al paciente oncológico. Hemos pasado de la decisión personal e individual de un solo especialista a la decisión colegiada entre diversas especialidades, definiendo un itinerario terapéutico para cada paciente de forma individual, en lo que llamamos Comité de Tumores. Expertos en cirugía, tratamiento oncológico, patólogos, radiólogos etc, plantean el mejor tratamiento para cada paciente, teniendo en cuenta todas las alternativas posibles.

El tercer gran avance ha sido el reconocimiento de la diversidad de cada cáncer en cada paciente, a través del estudio genético del mismo y la indicación más adecuada de tratamientos dirigidos de forma personalizada. Estamos reduciendo la extensión y la agresividad de los tratamientos en algunos casos e incrementándolos en los que los necesitan.

Paulatinamente, se han ido reduciendo los tratamientos quirúrgicos mutilantes a favor de la conservación del órgano asiento del tumor gracias a la combinación de radioterapia de alta precisión y tratamientos sistémicos específicos. Además, no todos los pacientes van a necesitar tratamientos de quimioterapia clásica, más tóxica cuando hoy en día existen fármacos dirigidos para cada tumor en concreto. La radioterapia deja de usarse en amplias zonas del cuerpo para hacerse mas precisa, focalizada, mas curativa y mejor tolerada.

En cuanto a los tratamientos oncológicos, que cualquiera de nuestros conciudadanos conoce como "quimio" o "radio", los avances en este siglo XXI han sido quizás mas rápidos y espectaculares que en décadas anteriores. Este hecho tiene dos causas fundamentales en mi opinión: la primera el gran caudal de investigación generado a partir del profundo conocimiento de los mecanismos genéticos de crecimiento y desarrollo del cáncer. Por otra, al rápido desarrollo de la tecnología y la informática.

Efectivamente, en el primer caso, los tratamientos que tenemos para curar la enfermedad tumoral cuando está diseminada, la "nueva quimio", actúan de una forma precisa sobre la alteración genética de cada tumor en concreto, lo que llamamos terapias dirigidas. Estos tratamientos nos han permitido mejorar la supervivencia del paciente en situación metastásica con una menor toxicidad y mayor comodidad para él mismo y su entorno familiar. Muchos de estos tratamientos son hoy en día orales y algunos más se administran de forma subcutánea, minimizando el impacto emocional de estar ligado al hospital durante meses para recibir tratamiento.

En cuanto al impacto que los avances en tecnología e informática ha tenido en estos últimos años, solo tenemos que fijarnos en nuestros coches o en las capacidades de nuestros ordenadores. Si ambos convergen en los nuevos equipos para tratamiento del cáncer, es fácil imaginar los avances de los que disponemos hoy en día en nuestros centros.

En este sentido, la capacidad informática ha permitido que potentes software planifiquen tratamientos complejos y logren que los aceleradores administren la radiación con precisión submilimétrica. Mas precisión, más dosis cada día, menos sesiones de radioterapia. Eso es lo que ha reportado los avances en la "nueva radio". Tratamientos para el cáncer de mama de siete semanas han pasado a tres semanas. Radioterapia de cáncer de próstata de ocho semanas han pasado a cuatro semanas. Es fácil comprender la ventaja para nuestros pacientes que suponen estos dramáticos acortamientos de los tratamientos gracias a la gran tecnología de nuestros equipos.

Disponemos en la actualidad de aceleradores que permiten los tratamiento de Intensidad Modulada IMRT, guiados por sistemas de imagen del propio acelerador (IGRT) que controla que todo está bien.

Pero hemos dado una paso más y disponemos en nuestro centro hospitalario de sistemas avanzados de precisión, únicos en la sanidad pública española, como los tratamientos por GPS (se implantan transpondedores en el tumor que emiten una señal a un "satélite" que 25 ve-ces por segundo monitoriza donde se encuentra al tumor) o de Radioterapia Robótica que "aprende" de los movimientos del tumor y los sigue automáticamente.

La radioterapia ha evolucionado tan rápidamente que también se administra desde dentro del tumor. Efectivamente, un tratamiento de braquiterapia de próstata, implantando "semillas" en el tumor evita la prostatectomía o implantes de braquiterapia reducen el tratamiento del cáncer de mama a 5 días en casos seleccionados.

Pero aún hay más. Es posible realizar radioterapia durante la propia cirugía en cáncer de mama, recto, páncreas y cerebro. Es lo que llamamos Radioterapia Intraoperatoria. Los pacientes de nuestra provincia han sido los primeros del país en beneficiarse de algunas de estas técnicas. Para pacientes con tumores precoces de mama, a la vez que se les extirpa el tumor, reciben la radioterapia en el quirófano y no necesitarán mas tratamiento locoregional. Es fácil imaginar el avance que esto supone para nuestras pacientes en términos de calidad de vida y mantenimiento de su actividad familiar, social e incluso laboral.

Pero, ¿hay algún punto en común entre todos estos avances de la "nueva quimio" y la "nueva radio" tengan una especial relevancia?

Si, en la situación en que con más dificultades nos encontramos los oncólogos, que es la enfermedad metastásica. En esta compleja situación la combinación de radiocirugía que "extirpa" las lesiones metastásicas clínicas junto con los tratamientos sistémicos que eliminan la enfermedad metastásica que está pero no se ve, ha llevado a un incremento real de la supervivencia de los pacientes en esta situación avanzada de la enfermedad. Se trata ahora de cambiar la filosofía paliativa del tratamiento de la enfermedad metastásica por una intención de "cronificar" la enfermedad y promover largas supervivencias.

En esa dirección se abre camino la cuarta revolución en la oncología: la radioinmunoterapia. Efectivamente, todos sabemos que el sistema inmune nos defiende del cáncer, pero nuestras defensas quedan exhaustas frente al tumor tras años de lucha contra el mismo. Existen nuevos fármacos que potencian de forma clara y eficaz el sistema inmune frente al cáncer. Sin embargo, el tumor desarrolla sistemas de ocultación que le hacen invisible al sistema inmune, como "la tinta tras la que se oculta un calamar". La Radiocirugía destruye el tumor liberando multitud de pequeños trozos del mismo (antígenos) que no pueden ya ser ocultados al sistema inmune. Este sistema inmune fuertemente revigorizado por los nuevos fármacos, reconoce al tumor y lucha eficazmente contra él. Hoy en día esta estrategia ha dado excelentes resultados en cáncer de pulmón, melanoma maligno y está en estudio en otros tipos tumorales.

No podemos dejar atrás el impacto del cáncer en la vida familiar, social y laboral del paciente oncológico. Es verdad que hoy en día se curan del cáncer tres de cada cuatro personas que lo sufren, con excelentes resultados en los tumores mas frecuentes como cáncer de mama, próstata y colorecto. Sin embargo, la curación biológica no siempre va acompañada de "curación emocional". Los pacientes de cáncer, especialmente durante el momento del diagnóstico y tratamiento de inicial de la enfermedad sufren un shock que les afecta profundamente. Incluso entre los largos supervivientes o entre aquellos que desgraciadamente recaen de la enfermedad el "miedo" al cáncer está presente en mayor o menor medida entre pacientes, amigos y familiares.

La necesidad de acompañar al paciente en el itinerario emocional que discurre en paralelo al puramente biológico, es hoy en día claramente reconocido y cuenta con apoyos de profesionales de la psicología en el ámbito de los hospitales y también de las asociaciones de pacientes.

Por tanto, la lectura negativa de un claro incremento en los casos de cáncer, debe ser contrarrestada con la lectura positiva del importante papel que los cambios en el estilo de vida y el diagnóstico precoz tienen en la prevención del cáncer y en minimizar la agresividad de los tratamientos.

Además, el mayor conocimiento de las características de los tumores permite un tratamiento individualizado, organizado de forma multidisciplinar y que basa su éxito en la "alta precisión" tanto de los nuevos fármacos como de la radiocirugía. La implicación del sistema inmune del propio paciente en la lucha contra la enfermedad es uno de los grandes avances de este siglo en que vivimos. Pero no solo curamos pacientes, hemos también de cuidarlos y el acompañamiento en su devenir "emocional" es una prioridad para todos los profesionales que tenemos el honor de atenderlos.

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