Confieso que la apasionada hermenéutica de las insignificancias políticas cada vez me hastía más. Por supuesto, solo siento admiración por los intérpretes capaces de construir con unas miserables declaraciones toda una cate-dral de teorías y apotegmas. Huelen el pedo de un político en un ascensor y saben profetizar una crisis de gobierno (a menudo el propio político les avanza la venturosa inmedia-tez del cuesco). Esta mañana, más o menos a la misma hora en la que Fernando Clavijo intercambiaba sonrisas robóticas con la ministra Cospedal, doña María Australia Navarro anunció a los periodistas que aún transitan por el Parlamento de Canarias que el PP consideraba rotas las negociaciones con Coalición y que, por tanto, renunciaba a incorporarse al Gobierno autonómico. Ocurrió, sin embargo, algo ligeramente extraño. Los periodistas quisieron una información más precisa sobre las razones del PP y el proceso de toma de decisiones al respecto, pero Navarro se limitó a responder:

- Lo explicaremos en rueda de prensa en los próximos días.

Cuando uno rompe unas negociaciones para diseñar y repartirse un gobierno de coalición (y con Coalición) no espera varios días para explicar sus razones. Al contrario: es un imperativo político explicarse con la mayor rapidez para gestionar informativamente -y con la máxima eficacia- tu decisión. Una decisión que, por supuesto, debe anunciar el máximo responsable del partido. El PP canario -avanzando aun más en esa coreografía inútil impuesta por Asier Antona y que, por el momento, desgasta más a los conservadores que a los coalicioneros- dice lo que dice, pero optando por decirlo en voz baja, porque aunque desde Génova se les dejó en libertad para adoptar su propia política de alianzas se les recordó, asimismo, que el apoyo de CC en el Congreso de los Diputados, como el de Nueva Canarias, es singularmente importante. Antona ha entendido muy bien la primera parte pero quizás deficientemente la segunda. Después (o detrás) del peque-ño gesto de dignidad o despecho la dirección del PP canario aguarda la reunión entre Clavi-jo y Mariano Rajoy el próximo viernes en Madrid. El jefe del Ejecutivo regional está dispuesto a hacer algunas concesiones -incluso en materia fiscal- para alcanzar un pacto de legislatura que le garantice el apoyo del Partido Popular hasta junio de 2019. Si es así -si en el Palacio de la Moncloa se llega en media hora a un acuerdo que se ha arrastrado en las Islas durante tres meses- quedaría en evidencia que Antona no es, precisamente, un pequeño y diligente Napoleón. Apoyar a CC y no disponer de un despacho enmoquetado donde llorar por semejante sacrificio. Ser el líder del PP de Canarias, definitivamente, es muy duro.