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ANÁLISIS

Trabajadores del proyecto pinzón azul

De un tiempo a esta parte, estamos asistiendo a una polémica en torno a la recuperación del pinzón azul de Gran Canaria en la que en algún momento se ha puesto en duda el desempeño técnico y administrativo de los trabajadores del Servicio de Biodiversidad de la Viceconsejería de Medio Ambiente, a los que se ha acusado incluso de "boicotear" el trabajo realizado por este departamento para la recuperación de esta especie endémica.

Desde el punto de vista institucional, y en ningún caso, se justifica el ataque y las descalificaciones a un colectivo de profesionales del Gobierno de Canarias por discrepancias técnicas en el manejo de una especie en cuya gestión concurren distintas administraciones. El Servicio de Biodiversidad de la Viceconsejería de Medio Ambiente está conformado por excelentes profesionales que ejecutan sus funciones conforme a la legalidad vigente, dentro de los márgenes marcados para dinamizar las políticas de conservación del Gobierno de Canarias, con la máxima colaboración de expertos canarios, nacionales e internacionales en la materia y, en el caso del pinzón azul, en absoluta coordinación con el Cabildo de Gran Canaria. Esta estrecha colaboración sustenta el desarrollo del actual plan de recuperación de la especie aprobado en el año 2013 y del Proyecto Life+Pinzón ("Ampliación del área de distribución y del tamaño poblacional de la especie prioritaria Fringilla teydea polatzweki, LIFE14 NAT/ES/000077) que se inició en el año 2015.

Las decisiones técnicas que afectan a la recuperación del pinzón azul se han tomado siempre de forma colegiada dentro del seno del Grupo de Trabajo del plan de recuperación y del Comité de Seguimiento del Proyecto Life+Pinzón, mediante consenso previo y siempre con la visión compartida de que se trabaja en todo momento para la consecución de un objetivo común, importante para este Gobierno, como es la recuperación de esta especie en peligro de extinción.

La colaboración y el entendimiento entre el Servicio de Biodiversidad del Gobierno de Canarias y el Servicio de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria ha sido siempre óptima respecto al trabajo interinstitucional para la mejora y recuperación del pinzón azul, como demuestran los buenos resultados obtenidos en estos años de trabajo. En ese periodo, la población de pinzón azul de Gran Canaria ha experimentado un crecimiento continuado que casi ha triplicado la población de 122 individuos a la que quedó reducida esta especie tras el fatídico incendio del verano del año 2007, alcanzando en 2016 el mayor tamaño poblacional registrado jamás (317 ejemplares).

La historia de la recuperación del pinzón azul está llena de constancia, frustraciones y también de muchos éxitos. La conservación del medio natural y el manejo de una especie no son una ciencia exacta y son una tarea ardua. De eso son conscientes los especialistas e incluso aquellos que en un momento dado puedan no estar de acuerdo con algunas de las decisiones adoptadas, conforme a sus propios criterios técnicos o personales. Socavar la credibilidad y el prestigio (o contribuir a ello sin un mínimo contraste informativo) de servicios públicos, regionales o insulares, administrativa y vocacionalmente comprometidos con la conservación de nuestra naturaleza es una irresponsabilidad manifiesta que venga de donde venga nunca tiene como objetivo el interés general.

Por eso, desde la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias repruebo las consideraciones llevadas a cabo por el responsable del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre del Cabildo de Gran Canaria, y hago un llamamiento conjunto para evitar que acciones como ésta, en la que se trasladan a los medios de comunicación opiniones personales en forma de graves acusaciones, se vuelvan a repetir y se obstaculi-ce la recuperación y conservación de esta especie en peligro de extinción.

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