La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

WhatsApp Image 2023-10-26 at 12.03.57 PM (1).jpeg

CARTAS A GREGORIO

Manuel Ojeda

El culto a las apariencias

Querido amigo, ya no volveremos a ver a esas bellas señoritas besando la cara sudorosa del ciclista que ha ganado la etapa del día. No estará ya permitido en nuestro país, ni tampoco regar a las chicas con una lluvia de champán.

Y es que las mujeres no están hechas solo para mostrar cómo son, sino para demostrar lo que son, que es bastante más que un cuerpo bonito y una sonrisa.

Otra cosa sería que participaran en la ceremonia con algo más que dejarse ver. Podrían, por ejemplo, presentar al ganador o preguntarle por la experiencia que ha supuesto ganar la etapa.

Entonces sí que podrían, además, presentarse de la forma más atractiva y sexy que quieran.

También las televisiones censuran el número de las majorettes en las retransmisiones deportivas, aunque allí al menos las chicas bailan y ofrecen coreografías artísticas. Luego el que mira podrá pensar o imaginarse lo que quiera. Es inevitable, y más de uno se excitará aunque sea viendo a una escoba en minifalda.

Pero vivimos en la sociedad de las apariencias y lo que importa es la fachada aunque el interior esté vacío.

Pepe Herrera es un artista canario que cuenta con una extraordinaria sensibilidad. El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Mncars, adquirió a finales de los noventa una de sus esculturas más logradas. Está compuesta de tres cajones de madera de algo más de dos metros de altura cada uno cerrados y encolados herméticamente. Por fuera, solo se ve la madera de DM barnizada pero dentro, el artista pintó las constelaciones al óleo con todo lujo de detalles. Quién solo ve el exterior no puede imaginar lo que está pintado dentro puesto que habría que romper las esculturas para verlo... Creo que no hay mejor forma de expresar lo que somos las personas.

También rendimos culto a las apariencias pintando el césped de verde o dándole color a las casas de las barriadas sociales, que es otra forma de disfrazar nuestras miserias.

No es de extrañar, entonces, que vayamos camino de sustituir a nuestra pareja por un robot que tenga la forma de mujer que más te guste, Gregorio y que, además, sea dulce y sumisa y trabaje para ti todo lo que quieras con solo recargarle la batería.

El colmo es que ya nos venden la fruta por su aspecto: manzanas insípidas de un color precioso o fresas rojas y enormes que tampoco tienen sabor.

Dicen que los españoles somos machistas, pero la verdad es que los galantes franceses nos ganan por goleada. A los gabachos les gusta decir de las mujeres que las prefieren con "cabellos largos e ideas cortas"... Casi nada estos galos.

Mentiría si te dijese que no me gusta contemplar el cuerpo escultural de una mujer hermosa, pero también te digo que no puede haber mayor decepción que comprobar después que no hay nada más detrás de su belleza física, y que solo es otra hermosa manzana insípida.

Lo mejor será que pongan robots besucones en el podio de los ciclistas, que besarán más y costarán menos.

Un abrazo, amigo, y hasta el martes que viene.

Compartir el artículo

stats