Las jornadas que se celebran anualmente en torno a Risco Caído y su valoración arqueoastronómica han servido para reforzar el discurso de este singular hallazgo tanto en su proyección sociocultural como en la propuesta que se ha consolidado al ser la única candidatura de España en la Declaración que la Unesco lleve a cabo en 2019. Una cascada de ponentes y los pertinentes contrastes científicos con otros escenarios arqueológicos han generado fundadas esperanzas en que se logre tal declaración. Lo fascinante de todo ello es que nos encontramos en un momento en que se está posibilitando un diálogo entre el pasado aborigen y el presente a través de unas evidencias sin precedentes en el ámbito cultural isleño. Este poblado aborigen está en el ámbito del cantón de Artevirgo, que tuvo su fuerza propia de tal manera que el guaire Artenteyfac fue uno de los diez representantes de esta isla en la firma del acta de Zumeta (Lanzarote, 1476). El topónimo bascula entre Artevirgo y Artevirgua (1531, 1685), habiendo llegado hasta época reciente (1880, redención de censos de Hilario Luján y Melián) la denominación Artevirgo referida a la actual Vega de Coruña (Artenara). Creemos que estamos ante la oportunidad de que el diálogo entre la cultura aborigen y la actualidad se haga desde este hermoso término prehispánico. Risco Caído es un topónimo moderno, que se pone en circulación cuando se produce el siniestro del derrumbamiento que anega parte de las cuevas y las hace inhabitables, convirtiéndose este caserío en lugar estigmatizado por su vulnerabilidad. En este barrio artenarense se alojan en precario familias con pocos recursos económicos (el zapatero, el latonero e inmigrantes de otras zonas, como es el caso de los padres de Justo Cubas, popular alfarero de Lugarejos que a su regreso de Cuba se aloja en la Cueva de la Paja). Ahora nos hallamos en pleno proceso de lo que puede ser la Declaración de la Unesco. Pero sea cual fuere el resultado que se obtenga en 2019, el valor arqueológico está ahí de manera inamovible. En este sentido, creemos que desde ahora mismo se debe trabajar en paralelo en el trazado de líneas de potenciación económica para estos municipios cumbreros ante la previsible avalancha de visitantes, ya sea tanto al centro original como al centro réplica o de interpretación que se ubica en el casco de Artenara, pendiente aún de dotación de los contenidos que conlleva. Todo ello ha de tener por marco el contexto de la Reserva de la Biosfera-RBGC (ahora en barbecho), cuya filosofía es fijar la población, propiciar oportunidades económicas del turismo rural, formación de guías, senderismo e instalaciones alojativas de diversa categoría. El atractivo patrimonial es "Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria" (hábitat prehispánico de Acusa Seca, Cuevas de Caballero, Bentayga), y las cumbres como modelo de paisaje de pinares y economía agropecuaria (aunque sea residual). Queda mucha tarea por delante para poner las cosas en su verdadera rampa de lanzamiento.