Ha llegado el día. Repique de campanas y olor a pólvora anunciaban su llegada. El compartir y el reencuentro con familiares y amigos que no se hallan el resto del año cerca de nosotros son la tónica de estas jornadas. Recuerdos de momentos que nos han ido perfilando a lo largo de nuestra vida nos invaden en estas fechas; anécdotas de sueños cumplidos o por cumplir.
Hablar de sentimientos -ya lo decía Unamuno- es tarea difícil y ardua puesto que el hombre es todo ello. A pesar de lo cual, tratar de las fiestas del Santo Diácono no puede ser otra cosa. Intentaremos adentrarnos en esta dulce problemática.
Mi visión y experiencia sobre este tiempo lo podemos encontrar en las XI Jornadas de Historia y Sociedad de San Lorenzo. Cuando empezábamos a tratar sobre sus posibles temáticas vimos interesante volver al origen de occidente y entender la búsqueda constante del bien común mediante la fe razonada y la ciencia experimentada.
Desde la exposición Mirada al Cielo, María Soledad García-Bajo Rivero nos acercó a la iconografía bizantina mediante más de una veintena de obras explicadas e interpretadas por el director de estas jornadas, padre Elías Francisco Zait León, aludiendo a la geometría y a la matemática como aplicaciones necesarias para el arte.
Como marco global que aunase y vertebrase las distintas conferencias. Utilizando la pedagogía de la Compañía de Jesús como fundamento e inicio, he realizado una aproximación al problema educativo y su evolución histórica desde la creación de las principales universidades en el siglo XIII por parte del papado hasta la actualidad.
La educación y su importancia más allá de la simple formación. La necesidad de reconocer y recordar la dignidad de la persona en una efervescencia y constante innovación científica. En esta línea, Amado Torres Díaz, realizó un magnífico repaso sobre la importancia de la naturaleza -y su utilidad- en el desarrollo humano.
Tras ser planteado al hombre como un ser social (sobra incidir en la evolución terminológica desde la antigua Grecia) se buscaron las evoluciones en su entorno natural y ambiental. El Doctor Elías Górriz Gómez profundizaría -desde la neurocirugía- en las diferentes partes del cerebro humano, las inteligencias múltiples y la búsqueda profundamente razonada de la transcendencia. José Manuel García ahondaría en el transcurso que se produce desde la utilización de mejunjes y plantas medicinales en los monasterios hasta las aplicaciones en el laboratorio. El Padre Rayco Rodríguez Reyes (MBST) aportaría diferentes pinceladas sobre la meditación espiritual y el canto como una expresión matemática desarrollada en occidente desde las evidencias encontradas en la evolución humana, seguido del modelo de Taizé mostrado mediante un emotivo y agradable concierto.
Una búsqueda de ese amor primero. Reencontrar nuestras identidades occidentales en unas situaciones que cada vez se nos muestran con mayor conflictividad, atentado contra nuestra esencia y progreso. Todas las virtudes y sus no pocas problemáticas que han ido dándose en el transcurso histórico, en esa búsqueda del bien común.
Unas aspiraciones mediante las que el desarrollo humano iba realizándose. El Doctor Alfonso García Suárez planteó lo propio para su campo de investigación. Todos los avances científico técnicos de la óptica desde el siglo XX hasta la actualidad.
Del anteojos a las gafas; de las plantas medicinales a la farmacia; del romancero al canto gregoriano; de la iconografía ortodoxa al arte contemporáneo; de las escuelas catedralicias (con su trivium y quadrivium) a los programas educativos actuales pasando por la visión ignaciana del hombre y su pedagogía. Debatir en diferentes conferencias aspirando que el propio coloquio fuese nuestra aportación cultural a estas fiestas patronales.
Aún no han sido concluidas estas XI Jornadas. Nos quedan por realizar tres catas de vino ciega en las cuales degustaremos diferentes caldos europeos (especialmente galos, lusos y sicilianos) dirigidos por el etnólogo Juan Manuel Martín Monzón. El vino en Europa y su historia; ese elemento fundamental en toda fiesta desde un caso práctico, la visita a la bodega local de Benedicto Martel Hernández y el estudio de la elaboración vinícola en el territorio canario.
Ese es el origen de la fiesta. Encuentro personal en torno al mártir Lorenzo en el cual se reflexiona sobre quiénes somos, cómo hemos llegado a serlo y hacia dónde debemos poner nuestra mirada. Once son las sesiones que nos han recordado cuáles eran nuestros valores y a qué se deben.
Aprender compartiendo mediante el debate científico. Ésa es la finalidad de estas jornadas y ver que se ha cumplido con creces, como secretario de estas dichas, puedo decir que es con mucho lo mejor. Tan solo me queda convidaros a visitar este entorno tan idílico de la ciudad de Las Palmas donde indudablemte seréis bien acogidos y recibidos. Sin más, tan sólo decir: ¡Viva San Lorenzo!
