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Te compro el Apocalipsis

No puedo soportar los anuncios de teletienda porque creo que ver a ese tal Vince diciendo "No más tuna aburrida" mientras corta cebollas con el Slap Chop destruye la confianza en el progreso de la humanidad. Sin embargo, algo tiene ¿Quién da más? (Mega), ese programa en el que compradores profesionales caen como buitres sobre lotes de artículos que sólo pueden inspeccionar con la mirada durante unos minutos, que paraliza mi dedo pulgar de tal forma que no puedo cambiar de canal hasta ver si los buitres han acertado con sus intuiciones o tendrán que comerse un montón de objetos inútiles. Todos los objetos tienen un precio, y los compradores lo saben porque el precio de las cosas es lo único que les interesa de las cosas. Pero lo más fascinante no es la reducción de lo real a un precio, sino las explicaciones que los compradores ofrecen ante cada objeto para justificarlo. Por ejemplo, en uno de los capítulos, uno de los compradores sacó de un depósito un montón de viejas emisoras de radio y estaciones base mientras decía, con la satisfacción de haber dado en la diana, que los apocalípticos las comprarían como locos. El comprador no se refería a una de las posiciones ante la cultura propuestas por Umberto Eco en su ensayo Apocalípticos e integrados, por supuesto, sino a esos tipos que están convencidos de que el Apocalipsis nuclear, biológico o zombi está cerca y que para sobrevivir hay que acumular latas de conserva, linternas, botellas de agua y emisoras de radio. Fascinante, sí. El historiador Tony Jundt se declaró, casi al final de su vida, pesimista a corto plazo pero optimista a medio plazo. Los apocalípticos que tienen interés en sobrevivir en un mundo posapocalíptico como el que describe John Hillcoat en su novela La carretera, son pesimistas a corto plazo y ultrapesimistas a medio plazo. Pero los compradores de ¿Quién da más? son optimistas a corto plazo y ultraoptimistas a medio plazo no sólo porque están encantados con poder vender emisoras de radio a los apocalípticos, sino porque seguro que están convencidos de que en un mundo así ellos se convertirían en los dueños de esa mierda de mundo.

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