La Provincia - Diario de Las Palmas

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¡Soy de barrio y a mucha honra!

Ser de barrio parece que no está bien visto, aunque ese "cliché" haya cambiado, algo, en los últimos años. Indiscutiblemente no es lo mismo ser del barrio de Triana o de Vegueta que de Tamaraceite o de La Isleta, con todo lo que ello conlleva. Quedará para la historia de nuestra ciudad una política del Risco de San Nicolás que en su momento "renegó" de sus orígenes para "empadronarse mediáticamente" en Triana Alta, "sambenito" que nadie le quitará, pese a quien le pese. Recuerdo que en mi niñez las diferencias sociales por ser de un pueblo, barrio o zona eran más importantes. No era lo mismo ser de San Lorenzo que ser de Tamaraceite. En Tamaraceite, había diferencias entre ser de La Montañeta, La Carretera o de Los Grupos. La "pijería" era de la Carretera, a los que el resto "miraban por encima del hombro"" por haber nacido unos metros más arriba. Pero entre "barrios" o "zonas" la gente se emparentaba. Mi padre concretamente era de la Carretera y mi madre de la Montañeta, costurera, la hija de la partera.

De jóvenes cuando íbamos a la discoteca y le entrábamos a alguna chica, en muchos casos escondíamos nuestros orígenes, sobre todo en la época en que la prensa anunció "a bombo y platillo" que en Tamaraceite solo se podía entrar con bandera blanca.

Hoy en día, gracias a Dios, las cosas han cambiado en este contexto, aunque no en otros. Vivir en un barrio no supone ningún privilegio más que haber comprado una vivienda más barata, pero que al fin y al cabo todo se termina viniendo en contra. Porque vivir en barrio, a pesar de que pagamos los mismos recibos que el resto "de ciudad", las inversiones en estos son mínimas. Todo se va para la ciudad, esa es nuestra percepción, no sabemos por qué ni cómo. A los barrios siempre nos llega más población, más habitantes, más tráfico, más problemas... Y menos inversiones o las mismas, las mismas infraestructuras, los mismos servicios, los mismos problemas. Y Tamaraceite es un buen ejemplo de lo que estoy hablando y de lo que los políticos no han podido, sabido o querido dar respuesta.

Hace justo un año el concejal de urbanismo de la ciudad de Las Palmas de GC lanzó una propuesta en la comisión de Desarrollo Sostenible, que se estaba estudiando la posibilidad de cambiar la ordenación de Tamaraceite Sur, modificando la edificabilidad de las cinco parcelas destinadas a viviendas que se encontraban al norte de la zona comercial Tamaraceite Sur. Esto quedó en nada, porque ya en una de esas parcelas se acaba de inaugurar recientemente un aparcamiento. De todas maneras esta propuesta de ciudad jardín era a cambio de permitir el aumento de la ocupación en superficie, perdiendo un espacio libre de 37.156 metros cuadrados.

Fíjense si no hay diferencias entre ser de barrio o de ciudad que hasta los mismos políticos en sus campañas electorales vendieron a destajo que si salían iba a ser el momento de los barrios. Desgraciadamente los que salieron elegidos y lo prometieron se les aplica por aquí el "si te vi no me acuerdo".

El alcalde, cuando presentó los presupuestos de este 2017 se refirió a las aportaciones que se destinarían a las políticas de desarrollo de los tres polos de crecimiento social y económico de la ciudad como son el Cono Sur, la zona Puerto-Ciudad y Tamaraceite. Para la zona Puerto Ciudad, tres actuaciones de obras como son la pasarela Onda Atlántica, la plaza frente al Acuario, la segunda fase del Parque Marítimo de Santa Catalina o la renovación de la trasera de Las Canteras, con un montante global de 5,6 millones de euros de nueva inversión.

Para el Cono Sur, 5.240.000 de los fondos europeos de la estrategia DUSI (Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado). Finalmente, en Tamaraceite se continuaría con el Área de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU) de las casas del Patronato con una aportación de 4.636.758 euros.

Fíjense si hay diferencias o no, mientras en la capital se invierte en grandes proyectos, en Tamaraceite se invierte en viviendas, que no digo que no esté bien, pero ¿y los servicios que demandan esos ciudadanos? Los jóvenes de los Bloques que están tirados en las esquinas porque no hay ni un local donde puedan reunirse o se realicen actividades para ellos, tendrán nuevas viviendas pero seguirán con los mismos servicios de puertas para afuera. ¿Hay diferencias o no hay diferencias entre ser de barrio o de ciudad?

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