El proyecto "Muruna" intenta evitar que se extingan los últimos Homo sapiens paleolíticos que aún viven en Tanzania, habitantes del área del Ngorongoro, los bosquimanos Hadzabé. Responsable de comunicación de este objetivo es una activa madrileña que iba para alta funcionaria de las instituciones europeas y renunció a ese estatus por su amor a la naturaleza. Su trayectoria vital merece conocerla y reconocerla.

Aparecer en los medios de comunicación suele dar un punto de relevancia y ayuda a colocarse en los primeros puestos de la clasificación. Normalmente esto ocurre en muchos estamentos y situaciones de la vida. También, claro, en la ecología. En la lista de cada uno aparecen nombres que son frecuentes en redes y medios, pero hay algunos que, por su modestia, por actuar de forma discreta, por no estar interesados en destacar, son casi desconocidos fuera de los círculos especializados, "a nivel de la gente". Una de estas personas es Teresa Vicetto. Cuando escribo estas líneas es una significada candidata a recibir el galardón que otorga el BBVA a la Difusión del Conocimiento y Sensibilización de la Biodiversidad en España.

Vicetto disfrutó su infancia en destinos muy diferentes. Primero en San Sebastián, una ciudad cosmopolita; vivió luego en las Islas Cíes, marineras y puramente naturales; más tarde en el segoviano bosque de Riofrío. Es decir, conoció y saboreó la España marina, rural y urbana de la mitad del pasado siglo. Su vida es un continuo estudio que comenzó licenciándose en Periodismo en la facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. Tras lograr una beca de posgrado obtuvo el diploma del Instituto de Altos Estudios Europeos cursado en Estrasburgo, la ciudad francesa donde hoy radica la sede del Parlamento Europeo. Amplió su formación con los diplomas de los cursos de la Comunidad Económica Europea en la Escuela Diplomática de Madrid y del Instituto de Estudios Internacionales de Madrid. Toda una trayectoria hacia la cumbre europea. Pero Teresa, mujer dinámica, laboriosa, decidida, gran conversadora, activa, renunció a recluirse en las grandes oficinas de funcionarios de la Unión Europea, con su gran bagaje de títulos y cuatro idiomas, para optar por la naturaleza.

En 1981, junto con su compañero el naturalista Benigno Varillas, cofundó Quercus, la primera publicación española especializada en Ciencias Naturales y Medio Ambiente. Un año después empezó a adoptar a la realidad española, a través de la revista El Cárabo, los contenidos de La Hulotte, publicación francesa realizada por el naturalista Pierre Dèom, en la que divulgaba temas de una naturaleza más cercana. Este año 2017, tras 35 años, sigue publicando números. Y meses después de iniciar aquellas dos aventuras periodísticas participaba como redactora en el equipo fundador de otra revista, Natura, que intentaba acercar la naturaleza a los pequeños e infundirles su amor por el medio ambiente y la fauna animal.

Responsable de la web Biodivers y del blog de crítica de libros de naturaleza http://biodivers.wordpress.com, Vicetto dirigió la librería del Servicio Bibliográfico de la Naturaleza, Linneo, y la del Museo de Ciencias Naturales de Madrid. Ha vivido en Francia, en Alemania y estableció temporalmente su residencia en Suráfrica y Namibia para que sus hijos aprendiesen inglés y alemán. Su experiencia africana la ha llevado al mencionado proyecto Muruna, que lucha por evitar la extinción de todo un ancestro de los Homo sapiens paleolíticos, los bosquimanos que aún viven en el tanzano Ngorongoro. Así es Teresa, un ejemplo activo de ecóloga y naturalista práctica que busca el equilibrio ambiental de nuestro maltratado planeta.