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Gente Corriente

Atascos y atracos

No tienen vergüenza. Lo digo así, a bocajarro. Una parte de los bancos y cajas se pasa por sus santos dígitos la devolución de los importes de las cláusulas suelo a la que saben que están obligados. Ilegales, abusivas y nulas. Sí, pero vete a los tribunales si quieres recuperar el dinero.

Cláusulas suelo y otros tantos abusos de estos tiburones que se han dedicado a morder, y en algunos casos a despedazar, a todo aquel que agitara un euro.

Desde que el Tribunal Supremo ratificara la doctrina del europeo dando la razón a miles de usuarios, pocos son los perjudicados que han visto el reintegro en su cuenta corriente de lo que pagaron de forma indebida.

Los bancos se resisten. Les va en su ADN. Algunos han llegado a acuerdos. Los menos, y eso a pesar del sistema de arbitraje que estableció el Gobierno en un intento de evitar la avalancha de demandas y el consecuente caos en los juzgados.

Calculó mal. Según la asociación Adicae, sólo el 12% de los perjudicados ha usado esta vía con éxito. Al resto, a la gran mayoría, no le queda otra que el auxilio de los tribunales.

Pero a la banca le importa un carajo las demandas. Prefiere ganar tiempo. Tiene músculo para aguantar envites como éste porque es más rentable retener el dinero y, de paso, esperar a ver si pasan algunos burros volando, que de todo hay.

Y ahí estamos. Con unos juzgados especializados que se han creado para dirimir pleitos de toda clase de abusos bancarios convertidos en atracos con la idea de aligerar los numerosos expedientes.

Sin embargo, la realidad es otra. A estos juzgados han llegado ya 57.000 demandas en toda España en sólo tres meses, de las que 3.200 -y subiendo- se han presentado en las tres nuevas dependencias abiertas en Canarias.

Se perfila así el deseo de los bancos: el gran atasco. Otro caos dentro del ya caótico sistema judicial para enmendar lo más lentamente posible lo que nunca se debió permitir.

Algunas asociaciones de jueces ya han dado la voz de alarma. Hablan de saturación y de escasez de medios para hacer frente a los casos actuales y, peor aún, a los que están por llegar.

Y mientras los asuntos se empantanan para gloria del balance de los bancos, masticamos nuevos datos de la Comisión Europea (CE): España es el país entre los grandes que más dinero lleva perdido en el rescate bancario.

Es que se me queda el cuerpo de jota, oye. Que la factura ascienda al 4,3% del PIB, triplicando el coste medio de los 28 países de la UE, es para recordarle a mis hijos que una vez viví en un país donde nos tomaban por idiotas.

Y si no, ¿qué otra definición tiene aguantar que una parte del sector bancario que aplicó sin medida cláusulas abusivas haya sido rescatado con los impuestos de todos?

Una idiotez que traspasa mi generación. Ahí les queda la desmesurada deuda pública que tendrán que pagar, entre otras causas, por el rescate de esa banca.

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