La Provincia - Diario de Las Palmas

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Cantidad y calidad en el PIB

El producto interior bruto (PIB) español crece vigorosamente en cantidad. El Instituto de la Economía Mundial, observatorio alemán con sede en Kiel, acaba de elevar las previsiones de avance de España, proyectando que será del 3,1%, claramente superior a la media de la eurozona (2,2%) y también más intenso que los de Alemania (2,2%), Francia (1,7%) e Italia (1,5%). Aventajarán a España dos economías de tamaño modesto, pero muy ricas (Luxemburgo y Países Bajos); cinco países del Este, la pequeña Malta e Irlanda. El despegue de este último país (5% para 2017), que recibió un rescate en 2010 como Grecia y Portugal en lo peor de la crisis del euro, ha sido fulgurante en estos últimos años, gracias en buena parte al dumping fiscal: la baja tributación que Irlanda ofrece a las empresas ha movido a muchas multinacionales, sobre todo tecnológicas, a localizar activos allí, mientras Europa mira para otro lado como hace con algún otro paraíso interior.

En ausencia de ese tipo de arsenal tributario, España está creciendo favorecida por argumentos externos e internos. Entre los primeros, la expansión monetaria del BCE y su impacto benéfico en las condiciones financieras; el bajo precio del petróleo, el deterioro de los destinos turísticos competidores, la mejora de la competitividad exterior... Entre los internos están los efectos de la reforma laboral. Se le atribuye haber propiciado que el crecimiento se tradujera de forma rauda en creación de empleo (algo inhabitual en otras fases de recuperación), aunque a costa de un alto grado de precariedad laboral que acentúa la desigualdad y la polarización social: hay más millonarios en España, señala un informe de Capgemini, mientras los salarios de los nuevos contratos, generalmente para jóvenes, son de media un 12% inferiores a los de 2008, constata otro estudio de Funcas.

Recortamos espacio a la clase media y oportunidades a los jóvenes. Una forma de combatirlo es identificar y apoyar con los incentivos adecuados las actividades de mayor valor que ya están descollando y que tienen potencial para crear empleo de calidad. Procurar, como ha dicho el Banco de España, un trasvase hacia actividades con mayor productividad, sobre todo para las nuevas generaciones. Crecer mejor.

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