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OBSERVATORIO

Investigar en España

El talento científico en España no es una anécdota o algo que encontremos de forma puntual. El talento científico existe, es real y se puede encontrar en muchos centros de investigación. Sin embargo, tampoco es anecdótica la fuga de este talento. Las razones son varias, aunque la principal es que la investigación ha sufrido un recorte de fondos importante en nuestro país en los últimos años, siendo la financiación para la contratación de personal investigador la más afectada. Según el Informe Nacional RIO 2016, publicado por el Observatorio de Investigación e Innovación de la Comisión Europea, entre 2010 y 2015 en España ha disminuido el personal investigador en un 9%, situándonos por debajo de la media europea. Los problemas en la financiación comienzan ya en las etapas iniciales de la carrera investigadora. La labor que realizan muchos jóvenes desde su etapa predoctoral debe ser promovida y reconocida, y nada más importante para ello que poder recibir un salario digno acorde a su formación y cualificación profesional. El mal entendido concepto de "becario" ha hecho mucho daño en el ámbito científico, ya que ha llevado a fomentar la precariedad laboral entre los jóvenes. Como en otros sectores de la sociedad, muchos han tenido que trabajar gratis para poder aumentar su currículo y ganar experiencia. Un joven dedicado a la carrera científica debería poder vivir de su sueldo, aunque la dura realidad es que muchos de estos jóvenes deben seguir viviendo con sus padres y no tienen la posibilidad de independizarse económicamente.

Por otro lado, es inconcebible que se inviertan recursos e ingentes cantidades de dinero en la formación de investigadores y que, cuando estos alcanzan una mayor experiencia y especialización, escaseen los fondos destinados a su estabilización y/o contratación de forma permanente en el sistema. Realizar estancias en centros de prestigio fuera del país debe ser parte de la formación de nuestros investigadores pero no la única opción, como lo es para muchos, de continuar con su carrera profesional. Se da la paradoja de que, después de formar y preparar el talento investigador, este se exporte y sea aprovechado por países que sí que invierten en la investigación y consideran esta una forma de avance y prosperidad social y económica. Debemos imitar a estos países y tomar lo mejor de sus modelos para implementarlo en nuestra sociedad. Si pretendemos que España se posicione entre los países europeos referentes en investigación científica debemos aceptar y revertir el hecho de que las opciones de financiación de investigación a nivel nacional no son suficientes, sobre todo para los grupos emergentes. Tampoco debemos olvidar que la investigación es posible gracias al trabajo de todo un grupo multidisciplinar. Por lo que es imprescindible garantizar las estructuras, personal de apoyo y recursos necesarios, para la consolidación del grupo investigador. Necesitamos de forma urgente contar con un compromiso más fuerte por parte de las administraciones públicas, fuente de financiación en el ámbito regional. Es muy importante resaltar que este compromiso no puede ser puntual o coyuntural, debe existir una visión a largo plazo que sitúe a la investigación científica como uno de los aspectos fundamentales de nuestro desarrollo.

Es por ello, por lo que acciones de fomento y apoyo a la investigación como la de la Fundación AstraZeneca, por la que he sido galardonada recientemente, son las que posibilitan que los investigadores jóvenes sigamos intentando hacer investigación de primer nivel en España. El reconocimiento a nuestra labor científica es fundamental y nos motiva a avanzar. En muchos casos nos encontramos el caso de investigadores muy bien valorados en el ámbito científico internacional, sin lograr conseguir los apoyos necesarios en su entorno local.

Mantener la ilusión en este trabajo es difícil, pero con la política adecuada de reconocimiento y promoción podemos seguir luchando por alcanzar nuestras metas.

Es fundamental impulsar y promocionar la carrera científica de los jóvenes. En ellos está el futuro y es nuestro deber inculcar en la sociedad la importancia de que invierta en investigación. Hay que formar a los más jóvenes, despertar su curiosidad y animarlos para que se introduzcan en el mundo de la investigación. Esta es una carrera que se emprende con pasión y, además de vocacional, es de servicio para la humanidad. En el campo de la biomedicina el avance se consigue gracias a todos, pequeños y grandes descubrimientos que posibilitan avanzar en el conocimiento de la génesis de las enfermedades que nos aquejan y permiten acercarnos al objetivo final de paliar o curar las mismas. Mejoras en aspectos como el diagnóstico o los tratamientos mejoran la calidad de vida de los pacientes.

La mujer, en su desempeño como profesional, presenta cada vez más un papel relevante en la sociedad. Cada vez son más las mujeres que estudian carreras universitarias en las que antes éramos minoría y, del mismo modo, la mujer ocupa cada vez más un espacio importante en investigación. En esta faceta asumimos cargos de dirección y responsabilidad y, por suerte, quedan atrás estereotipos que nos relegaban a tareas secundarias. Aun así, se debe seguir luchando para obtener el reconocimiento que merecemos, no como parte de una cuota de representación sino porque el mérito y capacidad sean reconocidos por igual a hombres y mujeres.

A lo largo de este camino la mujer ha tenido que "demostrar" aún más que los hombres su valía para poder competir y ser merecedoras del puesto de trabajo que que ría conseguir. Muchas mujeres han intentado asemejarse a los hombres ocultando cualidades puramente femeninas para parecer más cualificadas, y ser aceptadas en un entorno primordialmente masculino. Creo que hombres y mujeres somos diferentes y son las cualidades inherentes a cada persona, independientemente de su sexo, las que deberían primar a la hora de baremar quién es más apto para un cargo o puesto. Las mujeres debemos reivindicar nuestra condición para no perder nuestra identidad en la lucha por la igualdad.

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