La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

desde mi noray

Almacenes de víveres

Amediados del siglo pasado había en la zona portuaria en torno al parque de Santa Catalina, una serie de almacenes al por mayor dedicados a la guarda de víveres que eran toda una institución por el papel que jugaban en el abastecimiento de la población. Sus nombres son ya un recuerdo al haber desaparecido para siempre, pero los conservamos en la memoria como lugares de transacciones mercantiles a donde acudían los propietarios de las populares tiendas de aceite y vinagre de toda la Isla, a suministrarse al compás de las cartillas de racionamiento que fijaban los correspondientes cupos.

Estos comercios al por mayor estaban ubicados de forma estratégica en las cercanías del muelle de Santa Catalina toda vez que las mercancías venían a bordo de los barcos, bien procedentes de la Península o de los puertos americanos para su posterior distribución a las tiendas de ultramarinos. Tenían nombres propios en función de los dueños: Rodríguez y Moreno en la calle General Vives; Francisco Padrón Villarreal en Ripoche; Cabrera Hernríquez en 29 de abril; la Compañía Molina en la vía de José Franchy y Roca y los Domínguez en Fernando Guanarteme entre otros.

Almacenaban los artículos de primera necesidad todos ellos ensacados, caso del azúcar, garbanzos, lentejas, arroz, judías, millo, café, cebada y los bidones que contenían aceite de oliva, sin olvidar alguna barrica de buen vino y varias cajas del popular jabón swanston. Luego con la llegada de las grandes superficies y los primeros supermercados, estos almacenes de aspecto colonial desaparecieron para siempre, pero jugaron en su tiempo un gran papel no solo en el abastecimiento de Gran Canaria, sino también en el resto de las Islas, sin olvidar en el suministro de los buques surtos en el puerto de La Luz.

Compartir el artículo

stats