Ocurre cada principio de año: renovamos energías para identificar retos y trazar objetivos para la temporada que empieza. Y creo que todos estaremos de acuerdo en que este año 2018 se presume muy importante en lo económico y en lo social. Por supuesto, también para la política y la gestión pública. Por eso debemos estar preparados para afrontar un curso que exigirá de todos, de la sociedad y de sus gestores públicos, el mayor esfuerzo para seguir afianzando medidas que permitan mejorar las vidas de los ciudadanos y las ciudadanas.

En Canarias, el Gobierno que presido desde 2015 continuará desarrollando las políticas que nos han permitido, con buen ritmo y paso sostenido, dejar atrás unos últimos años todavía marcados por la gran crisis económica. Las cosas han empezado a cambiar y ahora es necesario que esta mejoría, que ya es una realidad en varios ámbitos de la economía, se traslade también al conjunto de la ciudadanía con medidas que nos permitan recuperar todo el terreno perdido debido a los recortes que se aplicaron en los años de crisis.

En este escenario se nos presentan retos importantes para afianzar el encaje de Canarias en las estructuras del Estado y en los mecanismos de cooperación entre la Administración estatal y el conjunto de las autonomías.

Me refiero a tres elementos cruciales de nuestro funcionamiento como sociedad y que, por tanto, no son intereses de un Gobierno concreto ni de un partido político en particular. Son intereses generales de toda la sociedad y el primero de estos objetivos es la renovación de los aspectos económicos del REF, que actualmente se debate en el Congreso de los Diputados.

El 6 de febrero finaliza el plazo de enmiendas y este horizonte obliga a trabajar juntos para apuntalar nuestros derechos económicos fundamentales y evitar que, como ha ocurrido hasta ahora, nuestras empresas continúen compitiendo en una situación de desigualdad de oportunidades respecto a otras empresas radicadas en el resto del Estado. Por eso, el nuevo REF nos permitirá seguir modernizando y diversificando la economía canaria después de veinte años para garantizar que seamos competitivos en un mercado global.

El segundo asunto que se debate actualmente en las Cortes es la reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias, que pretendemos que ancle nuestro REF para, de esta forma, evitar depender cada año de los Presupuestos Generales del Estado o del color político del partido que gobierne en España para compensar las desventajas derivadas de nuestra condición de Región Ultraperiférica, como ya reconoce la propia Unión Europea.

Como objetivo prioritario que debe aunar esfuerzos de todos los representantes políticos de las Islas, el nuevo Estatuto de Autonomía debe responder a todas las necesidades actuales de Canarias y, si es verdad que se abrirá en fechas próximas un debate sobre la reforma de la Constitución, nuestras Islas deben ser capaces de llegar a esa cita con un Estatuto de Autonomía de primer nivel.

Por último, el tercer asunto de vital importancia es el sistema de financiación de las comunidades autónomas, un proceso complejo que fijará las posibilidades económicas de las autonomías para las próximas décadas. En este escenario, todos los partidos políticos de Canarias debemos ser capaces de trabajar en defensa de los intereses generales de la ciudadanía y, con este objetivo, ya he trasladado a los grupos políticos del Parlamento de Canarias la firme voluntad del Gobierno de aportar, en tiempo y forma, toda la información necesaria que nos permita conseguir un mejor encaje canario en el Estado.

Porque debemos tener claro que en estas importantes negociaciones con el Gobierno de España y el conjunto de comunidades autónomas no están en juego los intereses de ningún partido, ya que son los intereses generales de Canarias, de todos los canarios y de todas las canarias, los que deben guiar siempre el trabajo de los grupos políticos. Porque Canarias no quiere, ni más ni menos, que lo que en justicia le corresponde del Estado.

En la consecución de estos objetivos ya trabaja el equipo que presido en el Gobierno de Canarias, donde también estaremos vigilantes ante cualquier decisión política en los niveles estatal y europeo que tenga que ver con los intereses legítimos de nuestra tierra, de nuestros ciudadanos y de nuestras ciudadanas. Y estoy seguro de que, trabajando juntos por el interés general, conseguiremos construir una Canarias mejor, más próspera y más justa.

Ante la importancia del momento político actual y el alto nivel de exigencia en la defensa de los intereses generales de Canarias, ahora debemos ser capaces de trabajar juntos como un solo pueblo en tres actuaciones que, en la práctica, definirán las oportunidades y el nivel de los servicios públicos que disfrutarán nuestros hijos y nietos. Porque por encima de cualquier otro tipo de intereses, en nuestras manos está defender a Canarias como el pueblo que somos para convertirnos en la sociedad de progreso y futuro que queremos ser.