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INVENTARIO DE PERPLEJIDADES

'Parva domus magna quies'

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, y la portavoz parlamentaria de ese mismo partido, Irene Montero, han suscrito un crédito hipotecario de 540.000 euros a 30 años para comprar la casa familiar (esperan mellizos para el próximo otoño) y se ha organizado una polémica de aquí te espero. La derecha política y mediática se frota las manos al ver cómo dos de sus máximos enemigos cometen el error de embarcarse en un gasto suntuario que, al parecer, desdice de su ideario austero e igualitarista. Y la izquierda agrupada en Podemos navega entre la sorpresa y el desconcierto al entender que la noticia no ejemplifica en un sentido positivo y podría perjudicar los intereses de la formación a poco más de un año de las elecciones municipales y autonómicas.

La casa objeto del escándalo, que está situada a 40 kilómetros de Madrid en dirección a la sierra, tiene 250 metros cuadrados construidos de superficie y 2.000 de parcela arbolada. Y además de eso casita de madera para invitados en el jardín y (muy importante) piscina, que es un signo externo de bonanza económica según los estándares españoles. Todo eso, más los planos de distribución interior y un minucioso reportaje fotográfico desde todos los ángulos posibles, hemos podido verlo en las imágenes servidas profusamente por los medios. Ni Villa Meona, aquel palacete con 17 cuartos de baño que se construyeron Isabel Preysler y Miguel Boyer, cuando el antiguo ministro socialista se pasó al papel cuché y al asesoramiento financiero del PP de Aznar, mereció tanta atención. Hasta el punto de que se le hicieron las cuentas a la pareja sobre si tendrían dinero para afrontar el pago a plazos de la deuda contraída y los gastos de mantenimiento de la casa y de los desplazamientos a Madrid. Y no solo eso fue objeto de seguimiento sino también el patrimonio inmobiliario de los padres de Iglesias que se acreditó suficiente para cubrir el pago de la deuda si vinieran mal dadas en el futuro dada su condición de hijo único y se supone que también heredero universal.

Todos esos datos deberían haber tranquilizado a los escandalizados detractores, pero estos insistieron en destacar el contrasentido de que el matrimonio haya defendido unos criterios de austeridad que ha traicionado en la práctica. Y tanto éxito tuvo esa campaña que la pareja ha decidido someter el futuro de su carrera política a la votación de las bases, lo que en algunos medios se ha calificado de salida al estilo del general Perón, a sabiendas de que no se convoca nunca un referéndum desde el poder si no es para ganarlo.

Al margen de la arbitrariedad que supone obligar a los militantes de izquierda a vivir en la pobreza mientras defienden el progreso social para todos, hay que reconocer que a Pablo Iglesias le gustan la sorpresa y los golpes de efecto. Tengo en la memoria aquella foto cogido por la cintura con el embajador norteamericano delante de dos grandes banderas de Estados Unidos y de España mientras en los medios se le sacudía duramente como supuesto agente político de Irán y de Venezuela. Respecto de la casa, le hubiera ido mejor siguiendo la clásica expresión latina: Parva domus magna quies (Casa pequeña tranquilidad grande).

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