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OBSERVATORIO

Programar te enseña a pensar

La programación de ordenadores es una tarea considerada hasta ahora competencia de los profesionales de la Ingeniería del Software, bien sea a nivel universitario o a nivel de ciclos formativos. Sin embargo, el modo de relacionarnos con las máquinas está cambiando, y comienza a ser visible la necesidad de que cualquier individuo tenga que comunicarse de forma más compleja con estas.

Actualmente los currículos de secundaria empiezan a incluir la programación de ordenadores como una competencia que deban adquirir los adolescentes. Concretamente la Lomce trata estos temas en primero y segundo de Bachiller. Pero, ¿es realmente necesario tener que ampliar nuestras destrezas con un conocimiento más profundo del modo de trabajo de una máquina o es una simple moda? ¿No es suficiente con que los profesionales del sector nos faciliten herramientas que el resto de los ciudadanos podamos usar fácilmente?

Ampliación de capacidades tecnológicas: de consumidor a creador. Si en los años 80 y 90 sólo algunos grupos profesionales (investigadores o trabajadores de carácter específico) utilizaban ordenadores, a partir de 2000 el uso de computadoras se fue generalizando.

En un principio, el usuario aprende a manejar un pequeño conjunto de aplicaciones. El navegador, el correo electrónico, el procesador de texto, la gestión de archivos del disco, son ejemplos de lo que cualquier ciudadano debe conocer. Podemos decir que este sería el primer nivel de alfabetización digital en el que ya estamos inmersos.

El impresionante aumento de la capacidad del hardware (como la transformación de los teléfonos móviles en potentes ordenadores) y también el aumento de la funcionalidad del software, cada vez más flexible (como con la web 2.0) están provocando un cambio en el rol del ciudadano, que ha dejado de ser un mero consumidor de la herramienta para convertirse también en creador de software, reinventando (modificando y transformando) componentes ya existentes para adaptarlos a sus necesidades en cada momento.

Por otra parte, con la aparición del concepto de "Internet de las cosas" en nuestras casas dispondremos en un breve periodo de tiempo, de manera generalizada, de numerosos aparatos con sensores que pueden recibir órdenes y que deben comunicarse entre sí. La despensa o la nevera podrán hacer pedidos al supermercado online en función de las necesidades y los gustos de su amo, el usuario, el cual tendrá la libertad de indicarle cómo quiere que actúe. Serán precisas ciertas habilidades, más o menos simples, que el usuario debe dominar, y en las que subyace el recientemente popularizado concepto de algoritmo.

Podríamos resumirlo como: "no dejes que las máquinas te digan lo que debes hacer; diles tú a las máquinas lo que quieres que hagan". En este sentido, aprender a programar te hará más libre.

Ampliación de capacidades básicas: programar te enseña a pensar. La inmersión del usuario en el mundo de la programación contribuye a la mejora de habilidades que resultan aún más interesantes que la propia programación en sí y que sobrepasan el entorno digital para entrar en el desarrollo del pensamiento; habilidades que constituyen objetivos de aprendizaje desde muy niños, como el razonamiento abstracto, la resolución de problemas, la organización de ideas, el razonamiento lógico, el razonamiento crítico o la estructuración de la información. Pero, además, este tipo de actividades incrementan habilidades altamente beneficiosas para el desarrollo de un individuo como son el trabajo en equipo, el pensamiento creativo, la invención y la capacidad de emprendimiento.

Así pues, este es el principal beneficio de aprender a programar. Y es Steve Jobs quien pronuncia estas palabras: todo el mundo debería aprender a programar porque te enseña a pensar.

Desde este punto de vista, programar no es un fin en sí mismo sino una herramienta para adquirir un amplio conjunto de capacidades fundamentales en todos los ámbitos de la vida. Es una mujer, Jeannette M. Wing, quien en 2006 establece la denominación de Pensamiento Computacional como la capacidad de interactuar con las máquinas para resolver problemas, y lo califica como la nueva alfabetización del siglo XXI, describiendo el Pensamiento Computacional como una competencia básica necesaria para el desarrollo personal desde la más tierna infancia.

Mitchel Resnick, creador del lenguaje de programación Scratch, un lenguaje diseñado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts para que los niños aprendan a programar de manera sencilla e intuitiva, explica que usar la tecnología es como saber leer, crear tecnología es como saber escribir. Es importante saber leer y escribir, aunque en el futuro no pretendamos ser escritores profesionales. En el siglo XXI será importante también saber crear tecnología, aunque no signifique dedicarse a ello profesionalmente.

El Reino Unido está siendo el país pionero incorporando la computación como una materia básica obligatoria en todos los niveles de primaria y secundaria. En Estados Unidos hay una fuerte corriente, liderada por la organización code.org. En la Unión Europea se favorecen eventos que promuevan el aprendizaje de la programación entre niños y adolescentes. En España algunas comunidades como Madrid o Andalucía incorporan la programación como asignatura.

El desarrollo de la competencia digital resulta imprescindible en la sociedad del futuro próximo. El profesorado de primaria y secundaria necesita de un plan estratégico que proporcione un diseño específico de actividades y una formación, para su posterior puesta en marcha de manera guiada, transversal y coordinada.

Actualmente se encuentran importantes diferencias en las ofertas educativas de los centros, en función del profesorado, su formación y su predisposición a la actualización. Un cambio tan importante necesita de un apoyo institucional de carácter integral y coordinado para toda España. De lo contrario, nuestra red de centros educativos públicos se verá obsoleta, distanciándose cada vez más de las ofertas formativas provenientes de los centros privados y concertados. Será necesario que la sociedad y la clase política que dirige y organiza el sistema educativo tome conciencia de la importancia a corto y medio plazo de contar con ciudadanos de primera, suficientemente preparados para desarrollar su trabajo en una sociedad muy diferente a la que ahora conocemos, y que pasa por el desarrollo de la competencia de pensamiento computacional.

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