El periodista Javier Tolentino, que dirige el programa El séptimo vicio, en Radio Nacional de España, y que está retransmitiendo desde Las Palmas, valora muy positivamente esta 12ª edición del Festival Internacional de Cine, y habla del Festival que se celebra en Lanzarote.

- Usted es un visitante fijo a este Festival de Cine desde casi sus inicios. ¿Qué le ha parecido su evolución durante estos doce años?

- Yo creo que el Festival se ha situado entre los cuatro mejores de cine de España. Pero esta observación no la hago con la intención de que hay que dormirse en los laureles ya que esto no debe significar una estación de llegada, sino de arranque. El festival ha logrado hacerse un hueco en el circuito gracias a una primera etapa que requería de una gran paciencia y que duró los cinco primeros años, y luego ha sabido dotarse de una línea coherente de programación. Pero no debemos decir "ya hemos llegado, ya tenemos público". Yo creo que el festival debe exigirse todavía mucho más. Y no sólo en programación, que ya está muy consolidado.

- ¿Qué es lo que más le ha sorprendido de la edición de este año?

- Me han sorprendido novedades como el cine que se hace en la plaza de Santa Ana. Creo que hay que ganar nuevas cuotas de público y para que Las Palmas sea una de las mejores ciudades de España hay una exigencia que consiste en crear infraestructuras y espacios para los medios de comunicación. Porque creo que el festival de Las Palmas ha conseguido situarse entre los mejores en programación, pero queda que lo logre ahora en infraestructura.

- ¿Cómo funcionó la primera edición del Festival de Cine Europeo de Lanzarote?

- Muy bien, Pero la próxima edición se hará en la primera semana de octubre. La muestra de Lanzarote viene avalada por la academia del cine europeo, con el apoyo del Cabildo y los centros e instituciones más importantes de Lanzarote.

- ¿Cuáles son las características de su programación?

- La Muestra de Cine Europeo de Lanzarote lo que quiere es mostrar el mejor cine europeo de autor, aquel que no se exhibe en el mercado, y el mejor avalado por el Parlamento. Que sea un cine que se proyecte basándonos en la crítica. Que sean pocas películas, pero con sesiones en la Cueva de los Verdes, un sitio especial para ver películas porque no hay cobertura de móviles, hay una oscuridad total, y un sonido que no tiene ninguna sala. Es como ir a una capilla a ver películas.