En un primer momento Julio tuvo la tentación de no obedecer la orden de evacuación y quedarse "tranquilamente" en casa. Pasado un rato, después de pensárselo dos veces, optó por seguir las indicaciones de las fuerzas del orden. En su caso, era la primera vez en ser evacuado. Finalmente, prefirió permanecer un día más en la residencia ya que no tenía vehículo para poder trasladarse a su pueblo en Los Polvillos.