El volcán submarino que está floreciendo a 300 metros de profundidad en la zona de La Restinga de la isla de El Hierro "no saldrá a la superficie", según señaló ayer José Luis Barrera, vulcanólogo y vicepresidente del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG).

En unas declaraciones recogidas por la agencia Europa Press, este vulcanólogo afirmó que "tal y como están evolucionando los acontecimientos, no parece que se lleguen a ver las populares colas de gallo, o penachos eruptivos".

Además, el experto consideró que pese al interés de científicos y ciudadanos herreños de ver aflorar una pequeña isla producto de la actividad volcánica, "está claro que el volcán ha tomado otro camino".

Mientras, los científicos a bordo del buque Ramón Margalef, del Instituto Español de Oceanografía, continúan sus investigaciones con, entre otros objetivos, confirmar si se ha producido en los últimos días un desmoronamiento en la pared del edificio volcánico en La Restinga.

El cráter del volcán submarino continúa a unos 200 metros de profundidad. En este sentido, el vulcanólogo y vicepresidente de los geólogos españoles, José Luis Barrera, indicó que "es posible que parte de su estructura se haya derrumbado, ya que las lavas corren cañón abajo y el cono no crece en altura". Pero habrá que esperar, en cualquier caso, a los resultados de la próxima barimetría que realice el equipo científico del buque oceanográfico, según manifestó ayer a este periódico María José Blanco, delegada en Canarias del Instituto Geológico Nacional (IGN).

La geóloga explicó que la actividad volcánica bajo las aguas herreñas ayer no había registrado novedades respecto a las últimas jornadas. "El tremor sigue teniendo amplitud y la actividad se puede considerar estable".

En este sentido se manifestó el informe diario que emite el Plan de Protección Civil por Riesgo Volcánico (Pevolca). "La amplitud de la señal de tremor se ha mantenido constante (refiriéndose a la actividad durante la jornada del martes, la última analizada), con pequeñas variaciones sin relevancia". Asimismo, también despejó ayer el Pevolca las dudas sobre una nueva boca volcánica. "No hay evidencias de una segunda fuente de tremor", indicó en el comunicado.

Sismos

De la misma actualización de datos se desprende la confirmación por el Instituto Geográfico Nacional de la detección de 35 sismos el pasado martes, principalmente en la zona de El Golfo, en la alienación NNW-SSE. Sólo dos de estos movimientos fueron sentidos por la población con intensidades II y III.

El primero de ellos ocurrió a las 16.46 horas, localizado aproximadamente a un kilómetro de la costa y a 22 kilómetros de profundidad y tuvo una magnitud de 3.3 en la escala de Richter. El segundo, con la misma magnitud, ocurrió a las 21.08 horas, localizado aproximadamente en la costa y a 17 kilómetros de profundidad. En total, desde el día 17 de julio de 2011, se han localizado 11.804 eventos, según el IGN.

La continuidad de los sismos y la actividad volcánica tienen un difícil pronóstico que ningún científico quiere limitar en el tiempo. Para María José Blanco, "cada zona volcánica tiene un comportamiento distinto y no se puede hacer una previsión sobre el final eruptivo".

Una tesis que comparten el vulcanólogo Juan Carlos Carracedo ("es imprevisible totalmente"), y el geólogo marino Juan Acosta ("su evolución no se puede prever").