La posibilidad de que se abra un nuevo foco eruptivo en la isla de El Hierro en la zona norte, después de más de un mes de actividad volcánica localizada en su vertiente meridional, bajo las aguas del mar de Las Calmas, parece estar cobrando más peso.
La acumulación de eventos de tipo LP (de largo periodo), considerados señales típicas de ambientes volcánicos, podría ser un indicativo de ese nuevo punto de actividad volcánica en la comarca norte, una posibilidad que ayer volvió a ser estudiada por los expertos del comité científico del Plan de Protección Civil por Riesgo Volcánico (Pevolca).
Según sus apreciaciones, "el escenario sobre una posible erupción en el norte sigue abierto", aunque el mismo comité científico precisó que "la situación no es clara y que tampoco es inminente en el tiempo".
La dificultad de los expertos para afinar sobre las reales posibilidades de ese nuevo escenario se corresponde con la complejidad con la que se está abordando cualquier previsión que tenga que ver con el fenómeno geológico que se vive desde mediados de octubre pasado en El Hierro.
Al igual que resulta imprevisible, según los expertos, calcular la duración del episodio eruptivo, por ejemplo, también lo es confirmar que vaya a aparecer un nuevo foco al norte, pese a la existencia de señales.
"Desde el principio de la erupción ha habido concatenación de LP en el tiempo. Lo que ocurre que entonces la información era más abundante y este dato no se ha comentado", según explicó ayer María José Blanco, delegada en Canarias del Instituto Geológico Nacional (IGN).
Esos eventos tipo LP podrían deberse a la erupción en curso y, por sí, "no son indicativo de la existencia de una segunda boca" en el norte de la isla, a juicio de Blanco.
Por otra parte, ayer se confirmó que se ha producido un segundo derrumbe en el edificio volcánico submarino originado por la erupción bajo el mar de Las Calmas, al sur de El Hierro. "No se conocen más detalles hasta que se reprocesen los datos obtenidos por el buque Ramón Margalef", según Blanco.
