La economía canaria ha crecido, generando importante volumen de negocio y destruido tan sólo 34 empleos, todo un éxito si se tiene en cuenta la situación nacional que, aunque con cierto repunte, no alcanza las generosas cifras que registran las 1.000 empresas más importantes de las Islas. Sin embargo, ante datos tan optimistas hay que recordar que la alta creación de puestos de trabajo en precario contrasta con las cifras de bonanza.

Los datos sobre economía en Canarias referentes a 2015 constatan el buen momento que vive el sector empresarial en Canarias, donde todo apunta a que 2016 sólo afianzará oficialmente esa bonanza económica que, sin embargo, algunas fuentes prevén que se estanque en este 2017. Según los datos facilitados por la consultora Informa, las mil empresas destruyeron 34 empleos en 2015, su resultado mejoró en 292.798.920 euros y sus ventas aumentaron en 926.023.430 euros en relación al año anterior.

Así, lo resultados económicos del pasado 2015 han servido para consolidar la fase de crecimiento que inició la economía canaria a partir de la segunda mitad de 2013. Según datos de la Contabilidad Regional de España, el crecimiento del PIB en Canarias se acelera con respecto al resultado de 2014 (1,7%) al certificarse durante 2015 una tasa del 2,8%, 4 décimas por debajo del registro estimado por el conjunto del Estado, donde se alcanzó un crecimiento en el balance de 2015 del 3,2%.

Con este resultado, el Producto Interior Bruto de Canarias se sitúa en los 42.316,7 millones de euros corrientes, el 3,9% de los 1,08 billones de euros que suma el PIB nacional. Hasta el final del primer semestre de 2013, un escenario de gran debilidad había venido caracterizando la evolución de la actividad, la demanda y empleo del Archipiélago. Durante los peores años de la crisis, el consumo y la inversión fueron arrastrados hasta una situación de mínimos y en ese particular escenario, la capacidad recaudatoria de las administraciones públicas se redujo de manera abultada, produciéndose, en condiciones de baja capacidad de adaptación del gasto público a los ingresos, fuertes crecimientos del déficit público, según datos aportados por la Confederación Canaria de Empresarios.

Los analistas de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales en Tenerife (CEOE-Tenerife) consideran que el comportamiento de la economía regional a lo largo de este año será algo "peor" que el de 2016. No en vano, tal como alerta la patronal en su último Informe de coyuntura, medidas de estímulo como los bajos precios del petróleo, el estado de los tipos de interés y la política monetaria del Banco Central Europeo tienden a agotarse, un "agotamiento" que, además, se verá agravado por el contexto internacional, caracterizado por la "incertidumbre".

CEOE-Tenerife hace hincapié en su informe, en lo tocante a esa incertidumbre internacional que podría lastrar, en mayor o menor medida, las economías nacional y regional, en las negociaciones de cara al brexit, es decir, de cara a la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), y en la política eminentemente proteccionista de la nueva Administración norteamericana que encabeza Donald Trump, lo que "supondrá un lastre adicional para el crecimiento económico".

Las previsiones económicas de Canarias para 2016, que se presentarán en unos meses por las Confederaciones de Empresarios, aumentarán un 2,6 por ciento con respecto al pasado ejercicio, sobre todo empujada por el turismo nacional que crecerá en 100.000 turistas, pero en líneas generales se comportará peor que el año 2015 por el agotamiento de las principales medidas de estímulo. Así lo refleja el Informe de Coyuntura Económica de CEOE-Tenerife, del que se desprende que el turismo retoma su papel de motor del crecimiento y se une a una demanda interna estimulada por el incremento del gasto público y de la renta disponible de los hogares.

No obstante, para llegar a la situación actual, al inicio de la crisis las administraciones optaron por subir los impuestos como primera alternativa para salvar el desajuste de las cuentas públicas, lo que contribuyó a incrementar sus ingresos, pero también a acelerar la espiral regresiva de la actividad y el empleo. No fue hasta el segundo semestre de 2013, cuando el escenario exterior más favorable, junto con el efecto de las reformas estructurales acometidas en nuestro país, permitieron iniciar la senda de recuperación, sustentándose el crecimiento en una demanda interna cada vez más sólida, por la recuperación del empleo y por un sector turístico que continuó dando, durante todo el ejercicio, manifiestas señales de dinamismo. La recuperación del entorno macroeconómico ha comenzado a percibirse de forma clara no solamente en la actividad y el empleo, sino, por fin, en la evolución del tejido empresarial.

Tras años de fuerte retroceso, el número de empresas en Canarias registra un crecimiento según el DIRCE (Directorio Central de Empresas, del INE), del 3,4% en enero de 2015, último dato disponible, lo que supone 4.339 empresas más hasta un total de 132.857 entidades en Canarias. Se culmina así un proceso regresivo que condujo a la pérdida entre 2008 y 2014 del 10,4% de las entidades existentes en Canarias, casi 15.000 empresas menos, según datos de la Confederación Canaria de Empresarios.

Volviendo a los resultados de la Contabilidad Regional, esta aporta una estimación sobre el empleo que revela un aumento de 23.700 trabajadores en Canarias durante el último año, lo que supone una variación interanual del 3,2%, por encima de la observada para el conjunto del país, ámbito en el que el empleo crece según esta misma fuente, a razón de un 2,9 por ciento.

Resulta asimismo destacable que el PIB crezca en las Islas de forma menos intensa que el empleo, lo que provoca un descenso de la productividad aparente de factor trabajo (por trabajador), que retrocedería según nuestros cálculos 0,4%, al contrario que en el concierto nacional, donde la productividad por trabajador observaría un aumento del 0,3 por ciento. Hay que recordar que la productividad aparente fue creciendo durante los años de la crisis, debido fundamentalmente a que las caídas del empleo coincidían, o bien con avances del PIB, o con caídas del PIB que resultaban de menor intensidad que las observadas por el empleo.

Ahora, en este nuevo escenario, crece el empleo -pese a los 34 puestos de trabajo perdidos- de forma más acelerada que la producción en Canarias, y esta trayectoria está coexistiendo con un aumento de los costes salariales (estos avanza un 4,9% por hora efectiva durante el último año), lo que habrá que vigilar para no perder, en poco tiempo, las ganancias de productividad adquiridas durante años anteriores.

No está de más, en este sentido, redundar en la necesidad de seguir mejorando la eficiencia de los factores de producción, tanto humanos como de capital, un reto para el que debe seguir avanzándose en las reformas estructurales pendientes, especialmente en las que conciernen al mercado laboral.

El PIB supera al del ejercicio anterior

En cuanto al PIB per cápita, Canarias alcanza al cierre de 2015 los 19.900 euros por habitante, un 3,4% por encima del resultado del año anterior. Este avance se sitúa medio punto por debajo del observado a escala nacional, donde aumenta un 3,9% hasta los 23.290 euros. El crecimiento menos intenso del PIB per cápita en Canarias confluye con un nuevo aumento poblacional en las Islas durante el pasado ejercicio. Según los datos poblacionales de la Contabilidad Regional, referidos al 1 de julio de 2015, la población observa un nuevo repunte en Canarias del 0,4%, 8.100 habitantes más, hasta los 2.126.500 habitantes, mientras que desciende por el contrario en el conjunto del país, un 0,1% hasta un total de 46.423.100 residentes. Desde una perspectiva temporal más amplia, resulta llamativo que la población de las Islas haya crecido entre 2000 y 2015 un 27,5% (459.100 habitantes más), muy por encima del crecimiento nacional del 14,5 por ciento.

Esta evolución diferenciada ha llevado a las Islas a ganar peso en la estructura poblacional del país, donde pasa de representar el 4,1% de la población española en el año 2000, al 4,6% durante 2015. Tras este primer acercamiento a la coyuntura de Canarias desde un punto de vista macroeconómico, se profundiza a continuación en el análisis de sus componentes de oferta y demanda.

Por este motivo, nos aproximaremos el análisis de esta vertiente sobre la base de determinados indicadores de demanda interna y externa disponibles a escala regional. En cambio, en lo referente a la oferta, se estudiarán las estimaciones macroeconómicas publicadas por el INE para las comunidades autónomas en la Contabilidad Regional de España. Según estos cálculos, el Valor Añadido Bruto de la producción en Canarias, esto es, el valor total de la producción una vez descontados los impuestos netos de subvenciones sobre los productos finales (que se estiman en 3.889,1 millones), se sitúa, al final de 2015, en los 38.427,6 millones de euros.

Respecto al año anterior, el VAB de Canarias observa un crecimiento en términos reales del 2,9%, cuatro décimas por debajo de la media nacional, donde alcanza el 3,3 por ciento, crecimiento que se refleja, por primera vez desde el inicio de la crisis en 2007, en la totalidad de las ramas de actividad del Archipiélago. De este modo, el sector primario, compuesto por las ramas de agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, incluida la acuicultura, estima un leve avance del 0,4% en 2015, un punto y medio por debajo del crecimiento estimado a escala nacional (1,9%). Este sector ostenta la menor participación de cuantos integran el tejido productivo de las Islas, con una representación del 1,5% del VAB.

Sector Primario

Atendiendo a los principales indicadores de actividad del sector, los resultados de los dos cultivos agrícolas de exportación predominantes, el plátano y el tomate, observan un signo diferenciado. De este modo, mientras que las exportaciones plataneras se elevaron un 5,1% en el balance del pasado ejercicio en el sector platanero, el tomate de exportación ha vuelto a perder producción durante el último periodo, registrando una caída en la última 2014-2015 del 11,3 por ciento. No obstante, hay que señalar que las estadísticas de comercio exterior manifiestan un comportamiento creciente de las exportaciones agrícolas canarias, con sendos aumentos en términos de valor de las ventas en el exterior de "Frutas y frutos comestibles, cortezas, melones o sandías" (+7,7%) y de "Hortalizas, plantas, raíces y tubérculos alimenticios" (+5,1%), lo que sería indicativo de mejores precios de venta, así como de una mayor presencia de otras producciones agrarias de exportación, remarcando el esfuerzo realizado por la diversificación.

En cuanto al plano interno, la confederación empresarial cita dos hechos que tampoco ayudan a la economía canaria: la "inestabilidad política" en España, que ha desembocado en que aún hoy no se hayan aprobado los nuevos Presupuestos Generales del Estado (PGE), y un Gobierno de Canarias "sin mayoría parlamentaria". Dos situaciones que "también supondrán frenos al dinamismo económico". Hay que recordar, en este sentido, que de la aprobación de los PGE dependen buena parte de las medidas incluidas en la llamada "agenda canaria", esto es, los asuntos que el Ejecutivo autonómico viene negociando con el Gabinete estatal, tales como los nuevos convenios de carreteras o de obras hidráulicas, por ejemplo.

En este contexto, la CEOE considera que el PIB crecerá alrededor de un 2,7%, menos que en 2016, si bien se crearán unos 20.000 nuevos empleos "por el impulso positivo del aumento del gasto y la inversión pública". Además, la tasa de paro disminuirá hasta el 22,7% de la población activa a finales de año, aunque la inflación repuntará "hasta niveles cercanos al 3%".

En otro ámbito, conocemos asimismo los niveles de actividad registrados en las producciones de acuicultura, otra de las actividades significativas que se desarrolla en el sector en Canarias, y que atestiguan un crecimiento durante el pasado ejercicio del 1,7 por ciento.

Mientras, el sector platanero parece sortear con mayores garantías las dificultades exteriores, con una estrategia basada en criterios homogéneos de producción, comercialización única y diferenciación del producto, pese a lo que sigue enfrentándose a problemas derivados de una competencia creciente en países con costes laborales y de producción muy inferiores, lo que hace, si cabe, más importante mantener el sistema de ayudas que recibe el sector.

En cualquiera de los casos, las perspectivas de futuro del sector agrario canario pasa, fundamentalmente, no solo por el sostenimiento de las ayudas, sino por los esfuerzos que puedan realizarse en la tecnificación y especialización del sector, así como en las estrategias de diferenciación del producto, retos en los que el apoyo público resulta esencial. No debe olvidarse que el valor del sector va más allá del económico, al ser fundamental para la preservación del paisaje, activo este fundamental para Canarias en su calidad de destino turístico.

Crecen Industria y Energía un 1,3%

En cuanto al sector industrial y energético, este crece en Canarias del 1,9% frente al avance del 3,4% nacional. Con este resultado, el sector suma una aportación del 7,8% del VAB regional, casi 10 puntos menos que en el conjunto del país (17,0%), de los que 3,6 puntos corresponden en Canarias a las ramas manufactureras. Durante 2015, las actividades encuadradas en el sector observan dos ritmos de crecimiento diferenciados.

Por un lado, la industria manufacturera avanza en las Islas un 0,4% (frente al 3,7% estatal), mientras que las demás ramas, "energía, suministro de agua, saneamientos y tratamiento de residuos", habrían experimentado un crecimiento durante el pasado ejercicio del 3,4% (2,2% nacional). El escenario descrito parece indicar que la recuperación del consumo no ha repercutido con la fortaleza que cabría haber esperado, dentro de un escenario en el que las industrias auxiliares a la construcción han iniciado el proceso de recuperación. Mientras, la mayor demanda energética, junto con las ventas superiores en el ámbito petrolífero, han impulsado las actividades energéticas a pesar de la menor valoración de sus producciones por el abaratamiento del petróleo. Las expectativas de seguir avanzando en la recuperación del consumo permite atisbar una mayor progresión de este sector, que requiere, en cualquier caso, del mantenimiento de las compensaciones que recibe, que le permiten salvar parte de los sobrecostes que soportan las producciones industriales en Canarias.

Crece la construcción

En el sector de la construcción se logra al fin romper con la trayectoria de degradación de los seis ejercicios anteriores, hasta cerrar el ejercicio con un crecimiento en Canarias del 5,3%, similar al del resto del país, que rompe también con la senda descendente que mantenía desde 2007 y avanza a razón de 5,2 por ciento. A pesar del crecimiento, debe considerarse que la tesitura especialmente complicada atravesada por el sector le ha conducido a reducir su representatividad en Canarias a poco menos de la mitad, pasando del 10,3% del VAB en 2007 al 4,8% en 2015. En el resultado de 2015, el cambio de tendencia se confirma en la evolución de algunos de sus indicadores.

Crecen las ventas de cemento (10,4%) y vuelve a aumentar la licitación oficial por tercer año consecutivo, con un repunte durante 2015 del 5,4% interanual, prosiguiendo con la recuperación del terreno perdido por la inversión pública a lo largo de la crisis. Asimismo, la compraventa de viviendas se eleva un 9,7%, si bien resulta cierto que la inmensa mayoría de estas transacciones, un 90,2%, se corresponde con inmuebles usados. Las perspectivas del sector apuntan a mantener la recuperación gradual, en un contexto de mejoría de la actividad privada y mayor facilidad de acceso al crédito, y en el que las necesidades de rehabilitación, sobre todo dentro del ámbito turístico, hacen plausible la tesis de un mayor nivel de inversión privada, aunque, paradójicamente, los altos niveles de ocupación en la práctica totalidad de la planta turística podrían retrasar el proceso rehabilitador debido a la situación de alta demanda.

Por otro lado, el capital productivo ocioso todavía sigue siendo elevado y el stock de vivienda considerable, lo que en último término ha motivado que la edificación residencial continúe en torno a niveles muy modestos.

Finalmente, en los servicios, principal exponente de la economía canaria con el 85,9% del VAB regional, se estima un crecimiento durante 2015 del 2,9%, 3 décimas inferior al registrado en el ámbito nacional (3,2%). En este sector, destaca la participación de "Comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos de motor y motocicletas; transporte y almacenamiento; hostelería", con un 35,4% del VAB de Canarias.

Estas actividades son, precisamente, las que contabilizan un crecimiento más intenso a lo largo de 2015, con un avance del 4,2% (4,8% nacional), gracias, sobre todo, a los buenos resultados turísticos, que han contribuido, dentro de un clima de mejoría de la demanda interna, a elevar los niveles de actividad. En las demás ramas, se estiman crecimientos en "información y comunicaciones", del 3,9% interanual (+4,7% nacional); en "Actividades financieras y de seguros", del 0,1% (cae un 0,9% en el ámbito nacional); y de "Actividades inmobiliarias", del 1,3% (+0,8% nacional). Aumenta asimismo la producción dentro de "Actividades científicas, profesionales y técnicas; actividades administrativas y servicios auxiliares", un 4,1% (+5,8% nacional); mientras que "Actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento; reparación de artículos de uso doméstico y otros servicios" crece un 5,6% interanual (+4,2% nacional).

Finalmente, los servicios afectos a "Administración pública, Seguridad Social, educación, sanidad y servicios sociales", observan un crecimiento del 0,8% durante 2015 (1,7% nacional). Con dicho resultado la participación de la rama en la estructura productiva de las Islas se sitúa en el 20,3% del VAB, casi dos puntos por encima del peso de 2007 (18,6%), último ejercicio previo a la crisis.

El futuro de los servicios

En cuanto a las previsiones de futuro de los servicios, el turismo continuará siendo un factor esencial en la definición del crecimiento, no solo del sector sino de la economía canaria en su conjunto. Dentro de este ámbito, las expectativas empresariales apuntan hacia una nueva mejoría de los ingresos y de los beneficios turísticos, dentro de un marco de aumento de las plazas aéreas, tanto en las conexiones de países europeos como con el resto del país.

El cierre de los mercados turísticos en Oriente Medio, Turquía y el norte de África mantendrá el desvío de viajeros turísticos hacia Canarias, si bien no hay que olvidar que, sin conocer cuánto se prolongará este escenario, se trata de una circunstancia de carácter temporal.

En cuanto a las actividades inmobiliarias, resulta previsible que la recuperación del mercado de la vivienda vaya consolidándose de forma gradual, dentro de un escenario de mayor confianza por la recuperación del cuadro macroeconómico, y de mayor acceso al crédito. Mientras, del lado de las ramas de Administración pública, cabe esperar un cierto repunte de su crecimiento durante el ejercicio por el efecto de la relajación de los objetivos déficit para 2016.

Tras el análisis sectorial, el estudio de la oferta se completa con la revisión de los ingresos públicos, estimados por la Contabilidad Regional mediante el agregado de Impuestos netos de subvenciones sobre los productos. Esta magnitud registró un ascenso en Canarias durante 2015 del 2,4%, en sintonía con los mayores niveles de actividad. Sin embargo, la recaudación líquida en Canarias retrocede un 1,6% durante 2015, hasta los 4.762,6 millones de euros, lo que obedece, según las Conclusiones de la confederación Canaria de empresarios, buena parte, a la evolución bajista de los impuestos estatales en Canarias, principalmente por tres factores, estos son, la menor recaudación en materia de IVA, que se genera a partir de operaciones realizadas fuera de las Islas por empresas con domicilio fiscal en Canarias; la bajada observada por la recaudación del Impuesto de Sociedades en Canarias; y el efecto de la reforma acometida en el IRPF tras la aprobación del Real Decreto Ley 9/2015, que adelantó a julio de 2015 la rebaja fiscal prevista para 2016.