Los vecinos de los municipios de San Bartolomé de Tirajana y Santa Lucía siguieron ayer con preocupación el incendio que se decretó en el alto de Tejeda a las 13.45, hora en la que entró la primera llamada en el Centro de Coordinación de Emergencias del Gobierno de Canarias. El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana procedió al desalojo de los vecinos residentes en el barrio de Taidía como media preventiva y siguiendo las instrucciones del Servicio de Emergencias del 112 con motivo del incendio declarado en las cumbres de Gran Canaria. Para agilizar el desalojo, desde el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana se pidió a los vecinos la máxima colaboración y se les pide que sigan las instrucciones que les indiquen los equipos de seguridad y emergencias. Para facilitar la acogida y el alojamiento de los vecinos de Taidía en esta situación, el Ayuntamiento habilitó la residencia de Tunte.

Z Santa Lucía , en alerta

Miembros de la Policía Local -26 efectivos - y de Protección Civil - diez efectivos y cinco vehículos- de Santa Lucía se habían sumado a primeras horas de la tarde a controlar y vigilar la parte alta del municipio -más cercana a la Cumbre- en previsión de que el viento pudiera cambiar de dirección y acercarse a la localidad. Así lo indicó la propia alcaldesa de Santa Lucía, Dunia González, quien aseguró que estaban en alerta pero a la espera de recibir órdenes del Centro de Coordinación Insular de Emergencias (Cecopin) en caso de que el viento cambiase de dirección y pudiese alcanzar a la zona Rosiana o El Morisco. La alcaldesa añadió que también se preparaban dos camiones de bomberos con sus correspondientes efectivos para ayudar si fuera necesario. "Esperemos que el viento disminuya, que se diluya y que no salte al municipio. Es ya un desastre, pero si salta al palmeral alto la cosa será peor. Esperemos que esto no suceda". Lamentablemente, el fuego alcanzó los pagos de Rompecerones, Sepultura del Gigante y Cruz del Socorro.

Z El Escuadrón de Vigilancia

Los miembros del Escuadrón de Vigilancia Aérea número 21 (Eva 21), que se encuentran en el punto más alto de la Isla; a escasos metros del pozo de Las Nieves, estaban ayer dentro de las instalaciones militares y a la espera de recibir órdenes en función de la dirección que pudiera tomar el fuego. Así lo indicó un militar que atendió el teléfono de LA PROVINCIA/DLP a media tarde. "Estamos preocupados por la dirección que pueda tomar el fuego y a la espera de recibir órdenes", explicó el soldado, que que no especificó el número de personas que había dentro del recinto por motivos de seguridad, aunque más tarde la delegada del Gobierno en Las Palmas, Mercedes Roldós, indicó en rueda de prensa que había 22 militares. "El fuego corre mucho porque hay mucho viento, pese a que hay sol y no hace frío", comentaba el militar, quien añadió que en ningún momento las llamas habían rodeado las instalaciones, aunque el fuego había estado "a menos de un kilómetro".

El Escuadrón de Vigilancia Aérea número 21 (EVA 21) es una de las unidades del Mando Aéreo de Combate que tiene la fuerza aérea española en Canarias y depende del Mando Aéreo de Canarias. Dicha unidad se encuentra a 1.953 metros de altitud sobre el nivel del mar, en plena Cumbre.

Los militares siguieron desde el interior del edificio la evolución del fuego desde que éste comenzara pasada la hora del almuerzo y en ningún momento salieron al exterior. A pesar de tener el fuego tan cerca, aseguraron que tenían posibilidades de evacuar el recinto si fuera necesario.

Z Meteorología. El viento fue ayer el principal enemigo para los más de 300 efectivos que colaboraron en su extinción, trabajos que tuvieron que dejar en cuanto entró la noche. Las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología apuntaban para hoy lluvias débiles y un descenso de las temperaturas.

El cambio del tiempo parecía ser el gran aliado para que el incendio bajara de nivel. La Agencia Estatal Meteorológica emitió a través del twitter un comunicado sobre las previsiones para hoy en el área afectada a las pocas horas de originarse el incendio. Según el grupo de Predicción y Vigilancia Meteorológicas de Canarias, se esperaba que la nubosidad fuera en aumento durante la pasada noche y que diera lugar a lluvias débiles.

El propio presidente del Cabildo insular, Antonio Morales, explicó durante la rueda de prensa que se dio en el Centro de Coordinación de Emergencias de Canarias a las diez de la noche que, a las 20.00 horas, las previsiones parecían favorables ya que se estimaba un viento entre 15 y 40 kilómetros/hora de componente norte, de que bajase la temperatura entre 6 y 10 grados por la noche y de que aumentase la humedad en la atmósfera en un 70%.

"Se esperan lluvias débiles localmente más intensas y persistentes en zonas altas de la isla. Principalmente en orientación norte, aunque sin descartar que sobrepasen las cumbres hacia el sur", rezaba la nota de la Aemet.

Respecto, al viento, que se convirtió en el peor enemigo de los efectivos del Servicio de Extinción de Incendios, la Aemet indicó que a unos 1.500 metros del altitud se esperaba viento del noroeste de unos 40 kilómetros/hora. "En esta dirección genera una corriente que pude ir desde la cuenca de Tejeda hacia las cumbres orientadas al sureste. A partir de esta noche se espera que sea de componente norte pura, por lo que la corriente que genere sea hacia el sur".

Las altas temperaturas que ayer se vivieron en la Cruz de Tejeda y en las cuencas orientadas al sur - 25 grados y 30 grados, respectivamente- también descendían a lo largo de la noche según las previsiones. "Las temperaturas bajan de forma significativa, esperándose que las máximas de mañana puedan caer entre 6-10 grados en zonas de cumbre. En cuanto a las mínimas estarán en torno a los 14 grados". Sin duda alguna una buena noticia para los más de 300 efectivos que colaboraron ayer en la extinción y que seguramente volverán a trabajar hoy para lograr su extinción total.

Z Angustia

"Ardiendo de un lado a lado". Esa era la respuesta del alcalde de San Mateo, Antonio Ortega, al preguntarle sobre la situación que vivía el municipio cuando ya había entrado la noche y los equipos de emergencia y extinción de incendios ya no podían seguir trabajando. El fuego había llegado por varios flancos al término de la villa y había quemado masa forestal y algunas casas dispersas, después de que la población hubiera sido evacuada para evitar daños. El humo era tan intenso en el municipio que hasta al alcalde le costaba hablar vía telefónica. "Esperamos con ansia que cambien las condiciones meteorológicas. Puede llover, esa es la previsión de aquí a tres a cuatro horas; esperemos que ayude a apagar el incendio".

El alcalde señaló que la población estaba viviendo la situación con "mucha angustia porque en dos años y medio habían tenido que volver a abandonar sus viviendas y sus pertenencias", en referencia a uno de los últimos incendios graves que habían afectado al municipio. "La gente ya se ha concienciado al ver la enorme columna de humo", dijo sobre la preocupación que reinaba en el ambiente.

Unas 200 personas aproximadamente de los núcleos de Lagunetas, El Estanco, Ariñez, Estaca; entre otros, habían sido desalojadas de sus viviendas y acogidos en el polideportivo municipal y en el centro de mayores del municipio. Algunos de ellos habían preferido acudir a viviendas de familiares, amigos o conocidos.

A pesar de la angustia que vivían los vecinos de San Mateo, el alcalde recordó y agradeció el "movimiento solidario" que rápidamente se formó entre los ciudadanos.