El desenlace de la jornada del referéndum ilegal de Cataluña y la expectativa de una declaración unilateral de independencia pasaron ayer factura en los mercados financieros con una caída moderada de la Bolsa española (-1,21%) y un empeoramiento por ahora también contenido de la posición de los bonos de deuda pública (la prima de riesgo subió hasta los 124 puntos). Banco Sabadell y Caixabank, bancos de origen catalán y cuyas sedes están en Barcelona, sufrieron el mayor castigo, con retrocesos en sus cotizaciones bursátiles superiores al 4%.

Mientras el resto de bolsas europeas registraban subidas tibias (del 0,6% en Fráncfort y del 0,4% en París), el Ibex 35 español fue el único de los principales índices de la zona euro en registrar pérdidas. El descenso del 1,21% dejó ese selectivo en 10.255 puntos, tras su peor jornada desde agosto. Las pérdidas fueron generalizadas en el sector bancario, encabezadas por las del Sabadell (-4,53%) y Caixabank (-4,43%). Ambas entidades son las que tienen una mayor exposición al mercado catalán, aunque también resultaron damnificados BBVA (-2,37%9 y Santander (-1,61%). El conjunto de los bancos cotizados perdieron ayer unos 4.800 euros de capitalización bursátil.

En el mercado secundario de deuda pública aumentó la rentabilidad exigida por los inversores por comprar bonos soberanos españoles. Los títulos a diez años se intercambiaron al 1,69%, frente al 1,60% del viernes. Como consecuencia, la prima de riesgo (diferencial de interés respecto al bono alemán de referencia) subió desde los 114 a los 124 puntos. La respuesta del mercado indica que los inversores están alerta ante los acontecimientos políticos de España, aunque sin que se haya producido una oleada de ventas. Según los analistas, la intervención que el Banco Central Europeo (BCE) lleva haciendo en el mercado de deuda desde 2014, mediante la compra masiva de bonos, amansa la tensión sobre la deuda española.

El pasado viernes, la agencia de rating Standard & Poor's alertó sobre posibles riesgos de la escalada secesionista en Cataluña para las expectativas de crecimiento económico de España. Mantuvo estable la nota de solvencia de España y reafirmó también la perspectiva positiva para los próximos meses, pero desistió de una mejora de la calificación que algunos observadores consideraban verosímil de no haber mediado el conflicto catalán.

Entre los analistas de la City londinense comienzan a circular alertas sobre la situación política española y los bancos de inversión mueven listas con los valores bursátiles españoles que tienen una mayor exposición a Cataluña. Según algunos de estos expertos, los mercados se habían mantenido tranquilos en la jornadas previas al referéndum, pero los acontecimientos y las imágenes del domingo pueden hacer calar la idea de que el separatismo ha ganado apoyos en la sociedad catalana y que la posición del Gobierno se ha debilitado.

Según uno de estos estrategas de mercados citado por Expansión, no se esperan ventas masivas de bonos españoles en los próximos días, aunque sí caídas en algunos valores bursátiles. El crecimiento económico que está exhibiendo España contribuye a moderar el impacto de la cuestión catalana, según esas mismas opiniones. Si el referéndum se hubiera producido en 2011 o 2013, en lo peor de la crisis del euro, el impacto habría sido mayúsculo.

Congreso Nacional

El XX Congreso Nacional de la Empresa Familiar, en el que participan más de 500 empresarios, comenzó ayer en Toledo con la vista puesta en Cataluña.

Las empresas familiares, que son la columna vertebral de la economía española al sostener más de siete millones de empleos, advirtieron ayer de que "España necesita una solución política estable cuanto antes". En relación al conflicto en Cataluña instaron a los partidos políticos a que "obren con altura de miras y abran un proceso de diálogo, dentro del marco jurídico, que permita a nuestro país mantener su modelo de convivencia, estabilidad institucional y progreso económico".