Una de las novedades de Alien: Covenant es el debut del Neomorfo, una nueva y mortífera criatura alienígena que se une a los huevos alienígenas -el Rompe-Pechos y el Abrazacaras- y al Xenomorfo adulto. Fue el propio Ridley Scott quien concibió la necesidad del Neomorfo, cuya apariencia completa no han desvelado los productores de la película, y del que solo existen imágenes parciales o recreaciones artísticas realizadas por fans, como la que ilustra esta pieza.

Para este nuevo monstruo extraterrestre, Scott se basó en el trabajo del artista surrealista suizo H.R. Giger, fallecido justamente hoy hace tres años. Giger diseñó también junto al italiano Carlo Rambaldi (diseñador de E.T.) el Xenomorfo original de Alien, el octavo pasajero, trabajo por el cual ganó en 1980 el Oscar al mejor diseño escénico. Además de en el trabajo de Giger, Scott se inspiró también en la morfología del tiburón duende, una rara especie de escualo de aguas profundas con piel translúcida y mandíbula con bisagras. "Ridley tiene verdadero interés en la biología, así que todos los componentes incluidos en la criatura son cosas que él extrajo de la naturaleza", apunta el actor Billy Crudup.

"Diseñar el Neomorfo resultó duro", afirma Scott. "Era un enorme reto que surgió porque yo tenía que tener algo además del sospechoso habitual. Yo no quería desgastarlo, sino salvarlo. El Neomorfo, en cierta forma, es la primera generación de un alienígena, pero necesita una forma de vida humana a la que capturar y, si se le antoja, relacionarse y copular con ella".