Nora Navarro

Las noches vibran entre las paredes del Kit Kat Klub, ese espectáculo lisérgico de música y frenesí radicado en el corazón de Berlín donde, en la década de los 30, en pleno auge político del nazismo, se desencadena la historia inmortal de Cabaret y su protagonista, Sally Bowles . "Dejen sus problemas en la puerta. Aquí la vida es divina. Las mujeres son divinas. ¡Hasta la orquesta es divina!", anuncia Emcee, el maestro de ceremonias más carismático e inquietante de las tablas, que borda en este montaje el actor grancanario José Carlos Campos.

La versión española del musical emblemático de Broadway, de cuyo estreno a las órdenes de Harold Prince se cumplió medio siglo el pasado 2016, aterriza hoy en el Teatro Cuyás, donde subirá el telón durante 24 funciones hasta el próximo 9 de julio. Este intensivo teatral no sólo señala el fin de la temporada 2016/17 del Cuyás, sino que la propia gira de Cabaret se despide en Las Palmas de Gran Canaria después de recorrer una treintena de ciudades y encandilar a más de 350.000 espectadores.

Bajo la dirección de Jaime Azpilicueta ( Sonrisas y lágrimas, Priscila, reina del desierto...), la actriz Cristina Castaño se vuelca en el papel de Bowles, la memorable artista británica y 'divina decadencia' que cristalizó Liza Minnelli en el filme de Bob Fosse, en 1972. "¡Voy a ser una gran estrella! Siempre que la bebida y el sexo no acaben antes conmigo". Así se presenta ante su futuro amante la explosiva Bowles, alma del reducto de libertad y perversión berlinés donde los números cabareteros se aíslan cada noche de la realidad del imparable asedio nazi. "Tienes que entender que así es como soy, Mein Herr", entona Bowles en su primer número, donde quiebra la gravedad alrededor de una silla.

"El personaje de Sally Bowles se vive con mucha intensidad. Yo le he dado mucha energía, muchas emociones y mucha entrega, y lo he recibido con creces, de modo que estas funciones suponen rematar dos años de mi vida muy importantes, que van a marcar el resto de mi carrera", manifestó ayer Castaño, el popular rostro de la psicóloga Judith Becker en la serie televisiva La que se avecina, durante un paréntesis entre ensayos.

La actriz, que defiende con nota la candidez arrolladora de la artista que han encarnado veteranas españolas como Natalia Millán, señala algunos rasgos que ha aprehendido del personaje. "También Sally me ha cambiado: tiene una feminidad, una coquetería innata y una espontaneidad que me llevo para mí", revela Castaño, que nutre su interpretación de las lecturas y relecturas de la novela Goodbye to Berlin (1937) de Christopher Isherwood, donde germina la historia original de Cabaret.

"Yo he crecido con este personaje y también este personaje ha crecido conmigo a lo largo de dos años. Pero como dije desde el principio, yo seguiré buscando a Sally hasta el último día en que yo interprete a este personaje y lo seguiré haciendo hasta la última función".

Junto a Castaño y una veintena de cantantes, artistas y bailarines, encabezan del elenco el actor Alejandro Tous, en la piel del novelista estadounidense Cliff Bradshaw, que vive un romance con Bowles, toda vez que el grancanario José Carlos Campos da vida al personaje de Herman y, además, hace doblete como el citado maestro de ceremonias. Y lo hace en su tierra, y lo hace con nota.

"Para mí es un doble orgullo, porque es mi tierra y por lo que supone acercar Cabaret a la gente de mi tierra", expuso Campos. "Además, estoy muy contento de poder finalizar esta gira en Las Palmas de Gran Canaria y de poder estar durante tres semanas, porque en algunas plazas hemos estado muy poquito. Después de 30 ciudades y una temporada en la Gran Vía madrileña haciendo nueve funciones semanales durante dos años, finalizar esta etapa de Cabaret y esta etapa en la vida pudiendo comerte el potaje de tu mamá es algo muy grande", bromeó el actor, también en un descanso en los ensayos del Cuyás, "lugar que me vio nacer y donde debuté con 20 o 21 años con mi primera obra, A vuestro gusto, de Shakespeare, con la directora Tamzin Townsend".

En cuanto al sentir agridulce del fin de fiesta, "lo bonito de esta profesión y lo que hace todos los momentos tan mágicos es que tienen un final y que se tienen que acabar para que empiecen otras cosas bonitas", apuntó Campos, voz de números como Willkommen o mitad del dúo interpretativo de Money Money, dos de los momentos estelares del montaje. Estos himnos desfilan en directo a lo largo de la banda sonora de este Cabaret junto a otros emblemas como Maybe this time, Mein herr o Cabaret.

'Goodbye to Berlin'

La vida es un cabaret, canta Bowles desde sus entrañas, pero el musical de Broadway también trenza con sutileza los contrastes de aquel Berlín, la diversión y la melancolía, el desparpajo y el tormento, la libertad y el asalto.

En palabras de Azpilicueta, " Cabaret mantiene vivo el recuerdo de un Berlín, de una época, que jamás debió existir. Pero cuando los huevos de la serpiente estaban a punto de eclosionar, todavía las gentes del espectáculo podían ofrecer una carcajada llena de picardía y de diversión. Poco después, el mundo cambió para siempre".

Aunque la adaptación cinematográfica de Fosse, galardonada con 8 premios Óscar y 12 premios Tony, imprimió el universo de Cabaret en la memoria colectiva universal, la revisión de Azpilicueta bebe en gran medida de la versión teatral de Prince, que se basa a su vez en la citada novela Goodbye to Berlin. El dramaturgo vasco formó parte del aterrizaje de la primera versión de Cabaret en España en 2003, pero en este nuevo proyecto teatral recupera la versión original de 1966 y concilia la efervescencia erótica de los números musicales con las escenas dramáticas que protagonizan los personajes. También pone el acento en el revestimiento de lujo y glamour del ambiente cabaretero, que se sustenta en el vestuario de fantasías expresionistas de Antonio Belart y un diseño de escenografía a cargo de Ricardo Sánchez Cuerda.

Su singular recreación del erotismo, el miedo, el sexo y la música que atraviesan el Kit Kat Klub han resultado en una propuesta tan aclamada, que fue distinguida con el Premio al Mejor Musical en la pasada temporada 2015/16. El viaje culmina por fin en el Teatro Cuyás, donde la vida será un cabaret durante 24 noches.