Si aún no te has ido de vacaciones, ¡no desesperes!, no hace falta que agonices viendo los looks y bronceados veraniegos perfectamente sincronizados que inundan los feeds de Instagram y las revistas de moda. No te preocupes, ni mucho menos está todo perdido, podrás ser la diosa de la playa siguiendo unas pautas muy sencillas. Obviamente, hay ciertas cosas que son tan necesarias que las damos por sentado, como, por ejemplo, los esenciales pre-playa: la manicura, la pedicura, la cera, el threading, etc.

Cuándo ya nos hemos encargado de estas cosas, llegamos a una cuestión mucho más seria: ¿Qué metemos en la maleta? Personalmente me decanto por el menos es más, porque, al fin y al cabo, estás de vacaciones y tienes que centrarte en disfrutar y darte el gusto, más que en planchar y en llevar la ropa a la tintorería. Así que, para poder ser más eficientes, lo primero de todo es que consideres el lugar al que vas a viajar. ¿Es un resort de lujo cinco estrellas en Italia o en el Océano Índico? ¿una villa privada con amigos y familia? ¿o un viaje bohemio a la aventura a lomos de una moto, en caravana o con tienda de campaña?

Siempre hago la maleta utilizando cinco categorías: ropa de baño, calzado, sombreros, pareos (y otras prendas para cubrirme) y accesorios. En cuanto a la ropa de baño, siempre recomiendo llevar al menos tres piezas distintas: dos que puedas llevar a la vez mientras una se seca y te pones la otra, y una tercera, ¡básicamente para impresionar! Nunca voy sin alguna de las de Pedro Palmas.

Para el resort de lujo, no hay nada mejor que una pieza entera de un solo color. Para la villa privada con los amigos, recomiendo un biquini top con volantes que luego se pueda llevar como parte de un modelo, porque algunas de esas comidas a menudo se convierten en cena. Para los festivales playeros y las motos, tiene que ser un bikini o trikini con muchos dibujos o con flores como las originales piezas de Hipertrófico.

Para los pies, siempre llevo tres pares, unos Melissa de silicona resistentes al agua, aunque sólo sea para que me saquen de ella y poderme secar, dicho lo cual, unos Espadrilles siempre quedan genial tanto planos como decuña. Normalmente te duran una temporada, pero son el acompañante perfecto para el cinco estrellas. Las sandalias son estupendas para llevar con esos vestiditos de verano tipo "quita y pon" o con una falda denim combinada con un bikini top; y unas buenas chanclas o unas slip-ons son sin duda lo que cualquier viajero necesita para el verano. Las primeras son fantásticas para llevar en cualquier actividad informal y de ocio, y este verano han vuelto con fuerza, y las otras son perfectas para conducir, dar un paseo y todo lo demás.

En cuanto a los sombreros, un chapeau con un lazo ancho sin duda te hace el look, o puedes atreverte con un turbante para nadar en la piscina. Los míos están hechos a mano por Adereza Tu Cabeza o Miss Balanta. Si tienes el pelo largo, el turbante te ayudará también a protegerte el pelo del sol. Para las que odiáis llevar algo en la cabeza, pero no queréis llenaros la cara de pecas o de manchas de la edad, una visera es una muy buena elección. La pamela de paja siempre es un clásico y si el ala es lo suficientemente ancha, te protegerá la nuca (uno de los sitios que se queman seguro). Puedes probar con los sombreros de paja de Fineza, son muy divertidos. Un Bob o una gorra de Gucci es mi ideal de protección, perfectos si estás al sol todo el día y perfectos para meterlos en un bolsillo por la noche si hace falta.

En cuanto a la categoría de ropa, siempre es un pelín más complicado. A mí me encantan mis pantalones, así que siempre llevo un par de cintura alta, con sujeción con goma o cordón, y de un tejido natural antiarrugas, y también suelo evitar el blanco por las manchas. Los pantalones khaki son la opción en mi caso y quedan elegantes sobre un bañador con unos Espadrilles de cuña, para un look más soberbio en el paseo marítimo. Los slip-dresses de seda son fáciles de guardar en la maleta y de lavar a mano. Normalmente llevo dos o tres de diferentes materiales, junto con un denim, porque con la familia y los amigos, ¡nunca da tiempo a vestirse! Los de Aurelia Gil y Tibi son ideales.

Aunque los pareos y los kaftans no son lo mío, declaran el estado de vacaciones, y son compañeros de viaje perfectos. Además, al atardecer un pareo puede doblarse y convertirse en un chal para quitarte el fresquito de los hombros.

Los accesorios que me llevo siempre son: dos pares de gafas de sol, unas oscuras y otras de un cristal más claro como las Fakbyfak o de Embellished Truth. Y ¡Dios no quiera que te sientes sobre un par y necesites ir a buscarte unas nuevas gafas sin ninguna gracia en el lugar donde estés!

También me llevo dos bolsas, una para la playa como los de Loca Playa y uno que brille como los de Bolsitos de Arantxa, para todo lo demás Llevo puestas todas mis joyas cuando viajo y luego sólo me quito algunas para que vayan a juego con los distintos modelos que me voy poniendo.

Y el último accesorio: ¡las ganas de disfrutar!