Un disco cada año y medio, o cada dos, desde 2011. Una trayectoria musical que va camino de la década, y tres discos publicados en los que aflora una fijación superlativa por un pop colorista, la chanson, una ambientación que bascula entre la electricidad y la melancolía, y textos que coquetean por igual con el francés y el inglés. Hablamos de Birkins -ya desprovistos del artículo The que les acompaña desde los inicios- y del cambio de ciclo al que se asoma la banda grancanaria con el lanzamiento, hoy viernes, de su cuarto trabajo de estudio Aquí hay dragones (El Genio Equivocado), que distribuye Sony Music. Un título que delata las intenciones de la formación que integran Dani Machín (voz y guitarras), Cris Santana (voz), Alby Ramírez (guitarras) y Sergio Miró (batería y percusión). Lejos de continuar alimentado el surco de los anteriores, The Birkins (2011), Châteaux en Espagne (2013) y Souvenirs (2015), todos ellos con El Genio Equivocado, el grupo ha decidido dar "un salto al vacío, abrir otro tipo de páginas musicales", en palabras de Sergio Miró.

Aquí hay dragones, al igual que los otros discos, se ha cocinado en los estudios de Paco Loco, en Puerto de Santa María. El productor ha asumido el viraje del idioma como un proceso natural en el devenir de Birkins, y cuyo resultado es un repertorio de diez temas donde el francés permanece solo en tres de ellos: La cure, Our Bad News -aunque el título sea en inglés- y Shhh. El resto es una colección de canciones en las que Dani y Cris se atreven a cantar en castellano como si lo hubieran hecho toda la vida.

No es la primera vez que los dos cantantes muestran su fraseo en español. Ya lo hicieron en 2011 con la versión de Sexo, de los tinerfeños Moral Femenina, incluída en el disco libro recopilatorio Perversiones y Diversiones (Ruin Records), donde igualmente introdujeron pasajes en francés. De cualquier manera, ésta es otra historia en la que el grupo, como los dragones que dan título al álbum, busca su sitio en el mapa, y se introduce en esa zona sin explorar, donde la única advertencia a quien se acerca es que allí habitan las bestias aladas que vomitan fuego.

Los cuatro Birkins depositaron otra vez su confianza en Paco Loco, con una alineación que en estudio se completó con Rafa Daza al bajo, y David Gonçalvez a los teclados. Y repiten colaboradores habituales como Rami Jaffee (Foo Fighters, Wallflowers) en los teclados y el Hammond B-3; y Chris Carmichael, quien se puso al servicio de la banda en el segundo álbum Châteaux en Espagne. Conmasterización de Mario G. Alberni, y el concurso de Noemi Tejera en el arte y diseño de Aquí no hay dragones -responsable igualmente de la imagen de los anteriores -, que trazó una portada a partir de una fotografía del estadounidense Alfred Stieglitz de 1917 que lleva por título Georgia O'Keeffe-Hands, el cuarto capítulo sonoro de Birkins abre nuevos horizontes.

Dos anticipos en formato vídeo, Chantal (o cómo dar de lado a una canción) y el posterior Fundido a negro, realizados por Coré Ruiz y Jose Lozano, de Murciano Total, han puesto al público sobre la pista de las nuevas formas musicales a las que se deben los renovados Birkins, cuyo repertorio reciente se completa con los temas Hipsteria, La noria esquiva, Esquinas de juventud, Semiótica del silencio y El viaje final de Georgiana Houghton.

"El proceso con este disco ha sido diferente", explica Sergio Miró. "Cuando hicimos Souvenirs, de alguna manera se vació la nevera, y aunque el repertorio de lo que iba a ser el siguiente disco iba cogiendo forma desde Souvenirs, decidimos partir de cero". El batería de Birkins señala que llegó un momento en el que grupo quiso marcar un punto y aparte, y asumir riesgos en todos los sentidos. "No queríamos ser tan ingenuos ni preciosistas, y en ese punto nos preguntamos ¿Qué pasa con el castellano?, no queríamos virar las canciones desde otro idioma, fue una tormenta muy grande en el seno del grupo porque veíamos que tal como estaban las cosas nos íbamos hacia una zona cómoda".

De alguna manera, y tal como apunta el guitarra Alby Ramírez, "cada uno tenía su proceso interno, y a nivel personal había llegado el momento de dar un cambio". No es un cambio fruto del agotamiento, "sino por la necesidad de evolución; ya esto lo hicimos, y ahora toca otra cosa, y creo que lo que unió esas voluntades fue un ensayo de trabajo para este nuevo disco en el que Dani dijo que le gustaría hacer borrón y cuenta nueva, y lo que hiciéramos con este cuarto disco fuera todo nuevo". Dicho y hecho, porque como bien detalla Cris Santana, "nos reunimos antes del y dijimos ¿hacia dónde vamos? cambiar el idioma, mantener el francés, no sabíamos que hacer con el inglés, y como estábamos con esa idea de quitarnos la parte anglosajona, decidimos incluso prescindir del The que acompañaba el nombre del grupo. También queríamos que el sonido fuera más crudo, y sin olvidarnos de las raíces y de donde venimos".

Riesgo y naturalidad se mezclan en las nuevas canciones. Si alguien define a la perfección el por qué de este viraje es Sergio Miró: "Nos hemos cansado de buscar el giro perfecto a las canciones". Pero nada es igual que cuando estos cuatro armaron banda hace ocho años. "El cambio ha sido natural, porque en cierta forma no somos los mismos que grabamos el primer disco, han pasado ocho años, los puntos de vista son diferentes y en consecuencia la música también; es un borrón y cuenta nueva, porque a lo mejor estábamos patinando sobre las mismas canciones, y era como volver a escribir canciones de cierta forma,. quizás no de manera tan exagerada, pero si hacer algo diferente", puntualiza Dani.

Cris Santana sostiene que "al principio pensaba que el abismo al que nos asomábamos iba a ser mucho más alto, que la caída iba a ser más exagerada, pero yo había escrito cosas en español, nunca me había dado por cantar así, y nos hemos visto cómodos, pensábamos que todo iba a ser como más impostado, pero no". El idioma es " una herramienta estilística", recuerda Ramírez. "Trabajamos las canciones igual que siempre con la misma responsabilidad: la música, la melodía y al final la letra, y lo que pasa es que cuando la haces es otro idioma que no es el tuyo no quieres asumirla, y aquí no hay excusas".

La presentación será el viernes 6 de octubre en la III Feria del Disco Canario, que se celebra en Aguere Cultural, en La Laguna.