Barbra Streisend en versión schamannera, álter ego de Jabicombé, uno de los humoristas más desenfadados y queridos de Canarias, descubre su vertiente más íntima en el espectáculo Massíntimo en The Paper Club.

La sala grancanaria se transforma esta noche, a partir de las 22.30 horas, en un night club intimista donde la desprejuiciada "diva de Schamman" incursiona en nuevos terrenos de conversación "más golfos" alrededor del sexo, la homosexualidad o el desenfreno.

" Massíntimo es un espectáculo más adecuado a la sala donde se va a celebrar porque es un bar de ambiente distendido donde se toman copas, no es la solemnidad de un patio de butacas, así que este show va a ser un poquito más golfo y más canalla", apunta Javier Santana Díaz, el rostro detrás de Jabicombé, en conversación telefónica.

Montaje número 5

Se trata del quinto montaje del humorista grancanario ataviado con el outfit y la peluca rubia de Straisend -que varía una letra en el nombre original de la artista Barbra Streisand- en una reinterpretación paródica de la protagonista de Funny Girl con acento canarión y vecina de la espina dorsal de Pedro Infinito.

Massíntimo se estrena hoy en la capital grancanaria como correlato de la serie de monólogos Yo era Barbra Straisend, que ya ha exhibido en Canarias los títulos Las bobas se acabaron, Quélepasaé, Ayporcuanto y Estoy polopositivo!. Este último montaje, precisamente, recaló la pasada semana en el Teatro Víctor Jara, en Santa Lucía de Tirajana.

En esta ocasión, Jabicombé acorta la duración de su show a 40 minutos y presenta a su álter ego a través de otro prisma, que alumbra su lado más crítico y subversivo, pero sin prescindir de los guiños que trufan sus propuestas anteriores. Y al igual que sucede con sus seguidores, el tiempo y las circunstancias también han removido los cimientos rutinarios de la Streisend schamannera, de modo que Jabicombé conduce de la mano a su álter ego a través del contexto sociopolítico actual.

"Barbra ahora es mileurista y ya no viaja a Estados Unidos por todo lo que despotricado de Trump", sostiene Jabicombé. "Y como en este espectáculo no habrá tantos niños entre el público, porque a mis shows va todo tiempo de público, me voy a tirar un poco más a la piscina y voy a hablar de cosas que no se atrevería a contar en un teatro, y que son más intimas, más divertidas".

Irreverencias, sexo, Donald Trump, el alcohol "y las locuras que uno hace cuando se toma tres copas", así como una atrevida digresión sobre el significado real de la palabra "maricón" desfilarán por sus monólogos.

"A mí la palabra gay no me gusta, ni homosexual, ni mariquita", confiesa Jabicombé. "Me gusta la palabra maricón, como gay que soy, y voy a justificar en este monólogo por qué me gusta por encima de las demás. Y es que a mí no me parece un insulto. Al fin y al cabo, no insulta el que quiere, sino el que puede", afirma.

El humorista explica que este tipo de propuestas buscan "hacer pensar" al espectador y no necesariamente transgredir algún tipo de norma. "No me considero transgresor, sino divertido, porque la gente se ríe mucho en mis espectáculos", apunta el cómico. "Mi show es una combinación de monólogo y canciones, que adapto y que hago mías para hilvanar los shows".

Y la aguja que enhebra todos estos elementos es el lugar privilegiado de la jerga canaria, que viste todas sus apariciones. "Por supuesto, se le va a explicar al público en qué consiste hacerle el fos a alguien. Y cosas así", apunta el humorista.