Si existe un musical frenético, que no tenga ni un sólo minuto de tregua para el espectador y en el que cada número resulte aún más divertido que el anterior, ese es, seguramente Priscilla, la reina del desierto que ayer se estrenó en el teatro Pérez Galdós en donde permanecerá hasta el 14 de enero.

El montaje llega a la capital grancanaria tras tres años y medio de rodaje por toda la Península y contempla un total de 23 funciones con horarios que incluye pases a las 17.00, 18.00, 20.30 y 22.00 horas, pero en los cuales el público siempre acabará bailando. Los protagonistas son los actores Armando Pita (Bernadette), Jaime Zatarain (Tick) y Christian Escuredo (Felicia) que encarnan a tres drags queens que atraviesan el desierto australiano a bordo de una guagua en un viaje enriquecedor y divertido. A ellos hay que sumar a Bob, que interpreta Albert Muntanyola, y los importantes, pero delicados, papeles de las divas que recaen en las actrices Ana Dachs, Teresa Ferrer y Aminata Sow y que aparecen suspendidas por el aire.

A pesar el tiempo recorrido, Priscilla, que adapta la famosa película de Stephan Elliott de 1994, sigue siendo una obra que exige una gran preparación técnica ya que los actores se ponen casi 500 trajes, y los bailes exigen un gran estado físico. Canciones tipo It's Raining Men, Don't Leave Me This Way, I Will Survive, Finally Hot Stuff, Go West, I Love The Nightlife, Colour My World o Shake Your Groove Thing de artistas como Madonna, Tina Turner, Supertramp, Cindy Lauper, Gloria Gaynor, Village People o Donna Summer contribuyen a que Priscilla se convierta en un acierto para aquellos que buscan dos horas y cuarenta minutos de pasión. Poco antes del estreno, el equipo recreaba uno de los momentos estrellas con el I Will Survive al final de la primera parte. Es justo cuando la guagua se rompe y llaman a un mecánico, pero durante la espera aparece un aborigen y unos turistas japoneses que se suman al baile más alocado.

Gonzalo Pérez, de la productora SOM, reconoce que cuando empezaron en Madrid, en el barrio de Salamanca, estaban asustados, pero al final venían familias "porque no deja de ser una historia de aventuras, no tan extraña, donde hay un niño en el escenario que es el hijo de uno de ellos". Pérez añade que este musical "tiene muchos elementos que lo hace muy divertido y desmitifica todo el mundo gay porque no sabes si el actor es al final chico, chica o señora". En su opinión, "es todo una explosión de color, una energía que no ha tenido ningún musical y que a lo mejor se aproxima un poco Mamma Mia".

Para el productor el mensaje se resume en que "podemos ser lo que queramos y de la manera que queramos" y refleja las contradicciones que todos tenemos "porque un hombre que tiene un hijo y luego quiere ser drag queen no es peor que otro". El actor Cristian Escuredo, que interpreta a Felicia, reconoce que por donde pasa Priscilla es una fiesta. "Queremos contar una historia que hable de tolerancia y reivindique los carnavales de aquí con la banda sonora más bailada de la historia". Escuredo aclara que este musical "lo ha dirigido el mismo equipo australiano que lo montó en Broadway y Londres".

Por su parte, el actor Jaime Zatarain, que encarna a Tick, reconoce que su personaje es el que promueve todo este tour por el desierto y requiere a dos amigos de generaciones muy distintas que son Felicia y Bernadette y emprenden un viaje lleno de aventuras. "Es un trío de amistad y un canto a la tolerancia y a la libertad, pero el público canario nos va a recibir con los brazos abiertos porque Priscilla es ya muy familiar y donde va triunfa". Y añade que en la trama drag subyace "un canto a la tolerancia y a la amistad, un canto a la libertad".

El actor destaca que haya "una banda sonora universal con unos temazos que no dejan a nadie sentado en la butaca con esas tres divas colgadas del cielo. Y un vestuario que ha ganado numerosos premios y con el que la gente se queda con la boca abierta". Un musical en el que pasan cosas muy tiernas, divertidas y locas. "Son las dos horas y media de felicidad mejor pagadas porque los espectadores van a desconectar un rato de todo".

Finalmente, Aminata Sow, que interpreta a una de las divas, reconoce que "estamos muy expectantes por la cultura drag que hay aquí". Para la actriz Priscilla envía un mensaje de superación personal, pero tiene también muy buenas canciones y fenomenales trajes y colores, una guagua motorizada y un backstage lleno de pelucas, zapatos y purpurina. "En las dos horas cuarenta no paras de cantar y bailar", aclara la actriz.