Canarias cuenta ya con una nueva arma para luchar contra la obesidad y dejar de ser la segunda comunidad autónoma con mayor índice de obesidad, después de Andalucía, y la primera en obesidad infantil. El Instituto Canario de Medicina y Nutrición (Icamen) presentó este viernes un nuevo tratamiento sin cirugía contra esta enfermedad, el balón gástrico.

Se trata de un globo suave y expansible de silicona que se introduce en el estómago del paciente por la boca mediante endoscopia, a través de un procedimiento sencillo de alrededor de 30 minutos. La duración total de este tratamiento poco agresivo es de seis meses, tiempo en el que el paciente puede hacer una vida normal y gracias al que puede llegar a perder unos 20 kilos de peso.

"Lo ideal es que los pacientes tengan entre 18 y 65 años y una masa corporal de entre 15 y 25 kilos de peso extra", explica el médico Sergio Martín, del Icamen, centro que atiende anualmente a cerca de 2.000 pacientes con problemas de sobrepeso y que forma parte del Círculo Español Médico de la Obesidad (Cemtio).

El balón gástrico empezó a implantarse en España en el año 2004 y hasta el momento ha beneficiado a más de 7.000 personas. El año pasado se probó su eficacia en el Archipiélago con resultados satisfactorios en ocho de cada 10 pacientes, estudio que motivó a los especialistas a apostar por su implantación.

Durante los seis meses de tratamiento el balón gástrico limita la capacidad de ingestión de alimentos y el vaciado gástrico, por lo que el paciente come menos cantidad debido a que los alimentos pasan más despacio por el estómago al duodeno y disminuye la sensación de apetito. "Todo pasa por una modificación de los hábitos", apunta la doctora María del Carmen Rodríguez que aclara que el tratamiento sólo es eficaz si existe un compromiso previo por parte del paciente. Además, según Rodríguez, depende de la valoración psicológica y es desaconsejable en aquellas personas que son incapaces de cambiar sus hábitos, normalmente consecuencia de trastornos depresivos, ansiedad o adicciones.

Por ahora esta técnica sólo será desarrollada en Canarias por el Icamen y costará unos 4.500 euros. Es un arma terapéutica más contra la que se ha denominado epidemia del siglo XXI para aquellos pacientes que no han logrado terminar con su enfermedad por otros cauces.