La aplicación de esta normativa se produce a los tres meses de que Inglaterra, como ya hizo el resto del Reino Unido, prohibiera fumar en todos los lugares públicos cerrados, incluidos bares y restaurantes.

"Estamos decididos a reducir el número de jóvenes que fuman", aseguró el secretario de Estado británico de Salud Pública, Dawn Primarolo, en una nota de prensa divulgada por el Ministerio de Sanidad del Reino Unido.

A su juicio, la elevación de la edad mínima hasta los 18 años, la misma que para comprar alcohol, permitirá que "menos jóvenes se hagan adictos a la nicotina y continúen fumando cuando sean adultos".

El 16 por ciento de los chicos y el 24 por ciento de las chicas de 15 años son fumadores regulares, según la organización "Cancer Research UK".

La medida llega precedida por una campaña publicitaria para explicar el cambio normativo tanto a los establecimientos que venden tabaco como a los adolescentes.

A estas medidas se sumará, a partir de septiembre de 2009, la obligación de que todos los paquetes de tabaco vendidos en el Reino Unido incorporen imágenes gráficas de cáncer de pulmón y de otros daños provocados por el tabaco.

Los fabricantes de cigarrillos tendrán dos años para ilustrar todos los paquetes de tabaco con las quince imágenes que, escogidas a partir de una consulta pública, acompañarán los actuales textos de advertencia sobre los peligros de fumar.