El Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, cuyos actos comenzarán a celebrarse el próximo lunes, promete en principio una edición más tranquila que la del pasado año que estuvo marcada por la polémica de la gala que dirigió Rafael Amago y por las decisiones judiciales acerca de su suspensión.

El Ayuntamiento de la capital tinerfeña se ha querido asegurar un carnaval más tranquilo y para ello ha rescatado como director de la gala a Jaime Azpilicueta, que dirigió en otras siete ocasiones este acto, en el que se elige a la Reina del Carnaval entre diecisiete candidatas.

El director madrileño dirigirá una gala que durará tres horas, una menos que la del año pasado, y en la que la magia, que es el argumento de esta edición, estará presente en el espectáculo que presentarán el periodista Iván Bonales y el mago Jorge Blass.

La gala del pasado año, encargada por el ayuntamiento al bailarín y coreógrafo Rafael Amargo, fue muy criticada debido a la exclusión en la misma de los grupos del Carnaval chicharrero y a la participación en el espectáculo de famosos, que como el caso de Belén Esteban, que quiso interpretar a Madonna, tuvieron una actuación recibida con silbidos y protestas del público.

La polémica Amargo se trasladó al ámbito nacional y casi un mes después de finalizar el Carnaval todavía se hablaba de la gala organizada por el bailarín.

Eso ha levantado más espectación para la edición de este año, según ha asegurado la concejal de Fiestas, Maribel Oñate, quién destacó el gran número de medios de comunicación nacionales que han mostrado su interés por acreditarse.

En esta ocasión, Jaime Azpilicueta ha garantizado la participación en la gala de todos los grupos del Carnaval, tanto murgas como comparsas y agrupaciones musicales, junto con el grupo cubano Orisha, autor de la canción del Carnaval, y de Xiomara Laugart, conocida en América como la nueva Celia Cruz.

Pero el ayuntamiento no sólo ha querido evitar la polémica en la gala sino también fuera de ella controlando el ruido, ya que ésta fue la causa de la demanda presentada por unos vecinos del centro de la capital tinerfeña, que es la zona de la ciudad en la que se celebran los bailes del Carnaval hasta altas horas de la madrugada.

En 2007 y unos días antes de que comenzara la fiesta en la calle, ésta estuvo pendiente de una decisión judicial que podía determinar su suspensión y, aunque al final no fue así, los tribunales ordenaron al ayuntamiento que tomara las medidas adecuadas para que estas fiestas, que consiguen congregar cada noche a más de 100.000 personas, "bajasen su volumen".

El ruido lo producen los numerosos quioscos de Carnaval que se despliegan por toda la zona centro y que desde la tarde hasta altas horas de la madrugada amenizan los bailes.

En esta edición y para evitar nuevos sustos judiciales, la concejal de Fiestas, Maribel Oñate, junto con el primer teniente de alcalde, Ángel Llanos, han llegado a un acuerdo con el abogado de los vecinos, Felipe Campos, que incluye la contratación de dos expertos en sonido e iluminación para evaluar la distribución de los elementos del Carnaval por la ciudad.

El acuerdo incluye reducir a tres del número de escenarios de los bailes durante los diez días de la fiesta y que los quioscos de los estudiantes, que se instalan en la avenida de Anaga, tengan los altavoces orientados hacia el mar.

También se adelantará en casi tres horas la actuación principal que cada noche del Carnaval se celebra y que en esta edición contará con artistas como Chayanne, Carlos Vives y los míticos Billo, Caracas Boys.

Asimismo, se intentará que los quioscos y barras exteriores que se ubican por las calles del centro de la ciudad pongan todas la misma música.

Para la edición de este año el ayuntamiento ha organizado 318 horas de actividades que se distribuirán en 50 actos que se celebrarán en 14 espacios en los que participarán 119 grupos.