Según los investigadores, la posibilidad de transmitir el virus a los bebés se reduce a casi la mitad en mujeres infectadas con el VIH que reciben un tratamiento con la medicina nevirapine durante el embarazo.

Sin embargo, el peligro de la infección persiste después del parto cuando las madres infectadas amamantan a los bebés.

Durante una presentación ante expertos en sida reunidos en Boston (Massachusetts), los científicos indicaron que realizaron una prueba con 2.000 bebés a quienes se administró nevirapine, o un placebo entre 2001 y 2007.

El objetivo del grupo, encabezado por el epidemiólo Brooks Jackson, de la Universidad Johns Hopkins, fue determinar si era posible proteger de la infección a los bebés durante al menos seis semanas después del nacimiento.

"A los seis meses de edad, el riesgo de infección pos natal o de muerte en los niños que recibieron ese régimen de seis semanas fue de casi un tercio en comparación con niños a los que se administró una sola dosis", manifestó Johns Hopkins en una declaración.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que cada año alrededor de 150.000 bebés resultan infectados con el VIH a través de la lactancia.

El medicamento, fabricado por la farmacéutica Boehringer Ingelheim se comercializa con el nombre de Viramune.