Un total de 64 canarios que padecían una diabetes del tipo 1 o juvenil gozan ya de una vida normal, gracias a un doble trasplante de páncreas y de riñón. Este tipo de intervenciones quirúrgicas se practican en el Hospital Universitario de Canarias (HUC), en Tenerife, único autorizado en Canarias para estas operaciones y que recientemente acaba de ser reconocido por la comunidad científica como centro de referencia nacional por la calidad de los resultados obtenidos con los pacientes trasplantados.

El consejero de sanidad del Cabildo de Tenerife y cirujano del Servicio Digestivo del HUC, Antonio Alarcó Hernández, insiste en la complejidad de este tipo de intervenciones, que se traducen en una media de doce horas de quirófano, pero mediante las que se logra la curación total de los pacientes diabéticos tipo 1 que ya sufren insuficiencia renal. De ahí, que el receptor sea doblemente trasplantado, al recibir un páncreas y un riñón de una persona ya fallecida.

Curiosamente, el doctor Alarcó, pionero en Canarias en este tipo de actuaciones quirúrgicas y participante en la XVII Reunión Nacional de Cirugía, clausurada ayer en Las Palmas de Gran Canaria, explica que "el paciente recibe el páncreas y el riñón del donante, pero sigue conservando en su cavidad abdominal sus dos riñones y su páncreas propio que, aunque no genera insulina, si actúa desde el punto de vista de la secreción de jugos".

Aunque, inicialmente, el trasplante de páncreas es la única vía posible para la curación de los diabéticos tipo 1, aplicándose esta técnica terapéutica en pacientes que ya están sometidos a diálisis y que tienen una edad inferior a los 47 años, también se está optando por el trasplante en un 5% de los casos de diabéticos tipo II, en confluencia con el tipo 1, y con pérdidas de conciencia que desembocan en daños cerebrales. El especialista Antonio Alarcó destaca que la edad del paciente es decisiva, "puesto que hay que tener en cuenta que se trata de pacientes muy jóvenes con diabetes, una enfermedad que disminuye mucho su calidad de vida y que, incluso, afecta a su capacidad sexual. De ahí, que cuando el páncreas trasplantado entra en funcionamiento el paciente recupera de manera asombrosa la normalidad en su vida", agrega.

En otro momento, el especialista se refiere a la generosidad de los familiares del donante fallecido que "en unos momentos tan difíciles son capaces de devolver la salud a otras personas. En apenas un mes el paciente está recuperado y sólo debe seguir un tratamiento inmunodepresor". El éxito obtenido en los trasplantados de páncreas es tan alentador que el equipo médico del Hospital Universitario de Canarias se plantea, a corto plazo, insertar también un páncreas aislado a pacientes ya transplantados renales que siguen presentando problemas de diabetes.