Ansiedad, baja autoestima o irritabilidad. En esos y otros trastornos que pueden detectar los padres en sus hijos la alimentación tiene un poder sustancial, según Koni Selinger, educadora infantil y experta en cocina que acaba de publicar La nueva cocina del bienestar emocional de los niños. Recetas para potenciar la autoestima, el buen humor y la tranquilidad de tu hijo.

La obra, de 232 páginas publicada por Alba Editorial dentro de su colección de cocina, pretende abrir la reflexión acerca de las oportunidades que ofrecen los alimentos al equilibrio mental infantil. "En este último siglo se ha utilizado la medicina convencional y se han dejado de lado las posibilidades de las medicinas alternativas, como la homeopatía, para las que las enfermedades se pueden curar o paliar cuando también se actúa en el plano emocional", explica Selinger. "Si a una persona se le da afecto y buena palabra es posible la curación", añade.

La autora confiesa que su profesión, impartiendo talleres infantiles y otras actividades en escuelas, el ser escritora de cuentos para niños, y su propia condición de madre con tres hijos le han permitido observar las carencias emocionales más comunes de los pequeños y su relación con posibles déficit alimentarios.

"Empecé a vincular las carencias de nutrientes con problemas emocionales que veía en los niños. Y en esa tarea me ayudó mucho mi relación con la cocina. Desde los 10 años estoy entre fogones y siempre me ha gustado el mundo de la alimentación".

Selinger reconoce que "hasta ahora el mundo ha sido un poco escéptico en este tema. La tendencia general es la de separar la dolencia física de la emocional. Pero para curar la primera hay que actuar sobre lo afectivo".

Y así, con esa filosofía, el libro se estructura en seis capítulos cada uno de ellos dedicado a la autoestima, la ansiedad, los miedos, la irritabilidad, la inapetencia y para ayudar al niño a centrarse. Cada uno de ellos está acompañado de una quincena de recetas y un cuento específico a cada trastorno.

'Para subir la autoestima', que así se titula el primero de ellos, señala el hierro y el calcio como nutrientes básicos, así como la importancia de los hidratos de carbono. Además, "las nueces son buenos sedantes, algunos otros frutos secos y los alimentos ricos en magnesio".

La vitamina E para calmar los miedos infantiles y la C para los estados nerviosos son las recomendaciones principales de otros dos capítulos.

Selinger subraya la importancia del zinc, "un mineral fantástico para estimular al bebé que tiene tristeza"; y las vitaminas del grupo B, "que faltan mucho en las dietas de los niños" y que les ayudan a "centrarse" y a evitar un problema de hiperactividad.