La Organización Mundial de la Salud (OMS) está investigando las causas del aumento exponencial de las operaciones de cesárea en países desarrollados en los que el parto inducido por intervención quirúrgica ha crecido en los últimos cuatro años.

Mario Merialdi, coordinador del equipo de Mejora de la Salud Maternal y Perinatal del organismo adscrito a Naciones Unidas, explicó ayer que ese cambio en el método de alumbramiento no sólo se constata en países desarrollados sino también en otros en vías de desarrollo, de forma que Italia, México, Brasil y China lideran la tasa de cesáreas. "Lo que nos preocupa un poco es que este aumento se relaciona, por muchos estudios que se han publicado en los dos últimos años, con datos que muestran una posible asociación entre el incremento excesivo de cesáreas y riesgos negativos para la salud de la madre y del niño, incluido también la mortalidad", señaló a este periódico el experto de la OMS.

Merialdi es uno de los ponentes que participa en el primer Congreso Interatlántico sobre Parto e Investigación en Salud Primal que ayer fue inaugurado por el alcalde, Jerónimo Saavedra, y el rector de la Universidad grancanaria, José Regidor, entre otras autoridades.

El simposio, que concluirá mañana, ha reunido a más de 1.500 personas en el Auditorio Alfredo Kraus de la capital grancanaria provenientes de más de 30 países, europeos fundamentalmente.

La organización de Naciones Unidas está estudiando la relación de ese aumento con la salud de la madre y del niño; tratando de identificar las causas de que "muchos países tengan una tasa muy elevada, que pueden ser de tipo médico, pero también antropológico y cultural"; y las propuestas para poder revertir esa situación.

Esa evaluación actualizará la recomendación, realizada por la OMS en 1985, de una tasa máxima de cesárea por razones médicas del 15 por ciento.

El trabajo del organismo internacional estará concluido en 2011 para presentarlo en 2012 en la conferencia trianual en Roma de la Federación Internacional de Obstetricia y Ginecología.

"Se trata, como en Italia se está legislando ahora, de intentar delimitar el uso de la cesárea pero, sobre todo, de ofrecer a la mujeres opciones correctas y concretas por un nacimiento que sea lo más natural posible".

El principal impulsor desde hace varias décadas de la vuelta al alumbramiento fisiológico, Michel Odent, y presidente del simposio, cuestionó ayer el propio destino de la especie humana si se mantiene la predominancia de los partos por cesárea.

Según su tesis, el parto natural es el momento de la liberación de lo que denomina las hormonas del amor que los humanos necesitan descargar para después del nacimiento proteger y realizar los cuidados al bebé, tal y como sucede con el resto de los mamíferos.

El ginecólogo francés señaló que el que la mayoría de los nacimientos no se produzcan de forma natural "es una situación totalmente nueva en la historia".