Confiar en vuestro cuerpo. En que vuestra pelvis está preparada para parir. ¡Y nada de que es un pasaje estrecho¡ Es un gran canal que se carga de hormonas para abrirse y que el niño salga". Olga Soldado, matrona del hospital Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria, despejaba dudas y temores a un grupo de primerizas hace unos días en una de las charlas organizadas por la Asociación Canaria Pro Lactancia Materna y el Centro Maternal Blossom con motivo de celebrarse la Semana Mundial Por un parto respetado. El objetivo: informar a las futuras mamás de las ventajas emocionales y para la salud que tiene parir -siempre que no haya complicaciones- de la forma más natural posible. Sin epidural y sin oxitocina.

"Escuchar al bebé, él nos dice en todo momento cómo te debes mover, qué postura adoptar. Las protagonistas en el parto, sois vosotras", continúa Olga, que asiste partos de este tipo en el Materno.

El centro cuenta desde septiembre con una sala habilitada para ello, ambientada a media luz y cálida. Las típicas camillas ginecológicas han quedado atrás y se ha dado paso a una cama-colchoneta, a una especie de silla balancín para que la futura mamá viva en la intimidad -con su pareja o con la persona que desee- el momento mágico de traer al mundo a un hijo.

Aún no se ha instalado la piscina-jacuzzi pero todos los elementos, incluida una pelota gigante de goma, están diseñados para que la mujer adopte la postura más cómoda para cuando lleguen las contracciones y el parto. Una comadrona vigila que todo siga su curso normal y la mujer puede dar a luz como quiera. Tumbada, en cuclillas, a cuatro patas.

El paritorio número ocho, sin embargo, sólo ha registrado desde el pasado mes de octubre hasta la fecha 20 partos de los 3.911 que han sido asistidos en el hospital.

En el grupo que atiende a Olga hay primerizas, pero también mujeres que ya saben lo que es vivir esa experiencia. La mayoría no guarda un buen recuerdo y desea que su segundo nacimiento tenga el "subidón" que cuenta Dafne. "Un subidón que me dura el tiempo que tiene mi hija, casi un año".

Ella quiso tener un parto respetado y contar con la figura de la doula, un acompañante elegido por la propia embarazada que apoya y ayuda a la madre durante el parto y el posparto. "Fue un trabajo muscular, de resistencia, como el correr. Al principio estás cansada pero luego te da gusto. Es como si fueras un corredor de fondo", cuenta.

No todas tuvieron esa suerte. "Aunque tú quieras un parto natural, estás vendida a lo que te toque en el hospital", dice Beatriz, camino de su segundo bebé.

La directora del Centro Maternal Blossom, que además es matrona, Laura Moya, señala que las embarazadas pueden decidir -siempre que no haya complicación- cómo parir. Advierte que a las futuras mamás les falta mucha información sobre los cambios efectuados en la sanidad respecto al protocolo que se lleva a cabo en los paritorios.

"Las mujeres son mamíferos durante el parto. Son procesos fisiológicos iguales pero todo lo que estimula nuestro cerebro parece que entorpece el proceso natural en el momento de dar a luz", dice respecto a los lógicos miedos y temores que tienen las embarazadas.