La célula o cromosoma artificial elaborado por el equipo de Venter dispone de 381 genes y 580.000 pares de bases de código genético, unidas y diseñadas por la mano humana. Este avance se traduce en que el ser humano pase de leer el código genético de los seres vivos a poder escribirlo, según apuntó Venter. Ello abre posibilidades como el desarrollo de organismos capaces de eliminar el exceso de CO2 de la atmósfera o la fabricación de gases combustibles como el butano, por no hablar de su aplicación en el terreno de la medicina.