Uno de cada diez accidentes mortales en niños es por ahogamiento, y de éstos el 70% se producen en piscinas privadas que carecen de las debidas medidas de seguridad. Así lo puso de manifiesto ayer el doctor Jorge Parise, miembro del Comité de Seguridad y Prevención de Accidentes de la Asociación Española de Pediatría (AEP), durante la presentación del 59º Congreso de la AEP que se celebra a partir de hoy hasta el día 5 de junio en el Palacio de Congresos de Maspalomas.

Parise destacó el incremento en verano de los accidentes, en la mayoría debido a imprudencias o descuidos por parte de los cuidadores y los niños. El especialista definió los accidentes como una "enfermedad medioambiental porque los niños no están debidamente protegidos", que supone la primera causa de muerte en la población entre 0 y 19 años, y que engloba desde la siniestralidad en carreteras, ahogamientos, intoxicaciones y caídas.

"Las lesiones se han convertido en la primera causa de mortalidad infantil en Europa, por encima del año de vida, superior a la ocasionada por cáncer o enfermedades respiratorias. Además, estas lesiones generan importantes secuelas, hasta el 25% de los niños y adolescentes ingresados por accidentes tendrán consecuencias importantes a nivel del sistema nervioso central.

Para combatir esta situación, el especialista propone luchar desde tres flancos: educación, ingeniería y legislación. "Hay que educar sobre la enfermedad medioambiental no sólo a padres, cuidadores y niños sino también a políticos y gobernantes. En materia de ingeniería se puede hacer mucho porque simplemente vallando las piscinas de forma regulada se logra un 95% más de protección, igual con el uso de flotadores, señalizaciones..., y el uso de cascos cuando los niños montan en bicicleta".

Finalmente denunció el escaso desarrollo de la legislación en materia de seguridad en España para frenar los accidentes.

Entre las actividades de riesgo, sobre todo en la etapa estival, el doctor Parise citó, en niños mayores y adolescentes, el uso de toboganes (20% accidentes) y los saltos al borde de la piscina (15%); así como los nuevos deportes, sobre todo los acuáticos (windsurfing, motos acuáticas, piraguas, neumáticos, o el buceo en menores. "No decimos que no se practiquen estas actividades, sino que se realicen con las debidas medidas de protección. Es necesario sentar las bases para una buena práctica de las mismas".

Entre las medidas preventivas citadas por la AEP, destaca el uso de vallas en piscinas para impedir el acceso no controlado de los menores, y el de flotadores; en buceo, inmersiones máximas de 10 minutos en aguas frías o 25 en cálidas; prohibir el uso de motos acuáticas a menores de 18 años; y el uso de cascos homologados cuando van en bicicleta.