Pediatra de la Unidad de Pediatría Social del Hospital Universitario Niño Jesús, de Madrid, y presidente de la Sociedad de Pediatría Social, Díaz Huertas tiene previsto formar a unos 700 médicos de todo el país a través del curso-taller El pediatra y el maltrato infantil.

- La crisis económica está provocando un incremento en los trastornos mentales. ¿También incide de la misma manera en el maltrato a los niños?

- Bueno, una de las causas por las que se produce el maltrato infantil es porque hay factores sociales como el paro, el aislamiento social, las adicciones. Por lógica, en un momento en el que aumentan las dificultades para la crianza de los niños esto puede ser un factor que contribuya a incrementar el maltrato a los menores.

- Usted imparte un taller para adiestrar a pediatras en la detección de casos de maltrato. ¿Están los profesionales preparados para realizar esa tarea con efectividad?

- El problema del maltrato es que partimos de que hay una formación insuficiente y, por otro lado, requiere actualización. También conviene tener un conocimiento sobre cómo funcionan los servicios sociales y el sistema judicial porque el pediatra tiene que coordinarse con ellos.

- ¿La tipología del maltrato es la misma o ha cambiado la manera de infligir daño y sufrimiento a los menores?

- La forma más frecuente de maltrato es la negligencia: la falta de cuidados de las necesidades básicas de los niños. En el ámbito sanitario lo que más se detecta es el maltrato físico porque, por lógica, es lo que más se atiende en la urgencia.

- ¿Cuál es su incidencia?

- La incidencia se dice siempre que es como un iceberg. Lo que se conoce es uno de cada siete casos que hay en la práctica. Pero por todas las circunstancias que hay alrededor a veces es difícil que se evidencien. De ahí la importancia de cursos como éste.

- Al menos seis casos pasan desapercibidos por cada uno que se descubre.

-Por eso es importante la formación. Tampoco todos los casos son graves, con fracturas y situaciones difíciles. Los malos tratos graves son fáciles de identificar y lo que hace falta es avanzar en el diagnóstico de casos que no son tan evidentes. Hay que estar alertas para detectar esos casos también.

-¿Qué señales son las que pueden hacerlo aflorar?

- Si el maltrato es físico hay retraso en la búsqueda de asistencia sanitaria, lesiones en diferentes estadios de evolución, incoherencia en lo que se declara para justificar esas lesiones con lo que ve el pediatra. Y si hay situaciones de negligencia no están suficientemente atendidos o siguen tratamientos de una forma irregular.