La Fundación Vicente Ferrer (FVF) tiene su radio de acción en el distrito de Anantapur, en el estado meridional indio de Andhra Pradesh, donde unos dos millones y medio de personas entre un total de cuatro millones se benefician de los programas de la fundación en 1.874 pueblos.

Una portavoz de la FVF explicó a Efe que la institución ya tiene garantizados unos ingresos estables que aseguran la "continuidad y autonomía" de la fundación, por lo que ahora quiere ampliar sus horizontes y emprender nuevos proyectos humanitarios.

La FVF abrió en agosto de 2006 un centro de diagnosis y asistencia para enfermos con VIH en el hospital de Bathalapalli, bajo un programa que desde 2001 ya ha facilitado una atención integral a 4.412 pacientes.

Este centro médico está destinado a impartir tratamiento con antirretrovirales, realizar pruebas clínicas de diagnóstico rápido y dar atención psicológica a los afectados por el virus del sida.

La India, país de unos 1.100 millones de habitantes, encabeza la lista mundial de número de infectados con el virus del sida, por delante de Sudáfrica, con unos 5,2 millones de seropositivos.

Otro de los proyectos que la FVF considera una piedra angular de su acción humanitaria es el Programa para el Desarrollo de la Tierra, que se emprendió en 2005 en un pueblo y que ahora cubre 140 poblados y beneficia a 4.775 familias.

El programa pretende mejorar la productividad de las yermas tierras del sur de la India que el Gobierno concedió a castas bajas ("dalit") y clases desfavorecidas.

Con este plan de agricultura ecológica, la FVF quiere garantizar la autonomía de estas familias indias que, al igual que el 60 por ciento de la población del país, dependen de la tierra para subsistir.

La FVF ha desplegado durante estos años en la India un abanico de programas de vivienda, sanidad, educación, atención a personas con discapacidad y freno de los abusos sexuales y de los maltratos a mujeres.

"Como alternativa al trabajo en el campo, les ayudamos a desarrollar otras habilidades mediante la creación de empleo y la formación profesional y vocacional. Muchos ahora son cocineros, conductores o sastres", explicó la portavoz de la FVF.

El sistema sanitario creado por la fundación ofrece a la población de Anantapur avances médicos impensables en la India meridional más depauperada, como incubadoras para bebés de menos de dos kilogramos y operaciones de ligadura de trompas.

Otro de los pilares de la fundación es la atención a enfermedades psíquicas, que causan estragos en la zona debido a la endogamia y a los matrimonios consanguíneos.

La FVF pretende dar a los nativos los elementos necesarios para su desarrollo humano y económico, una filosofía que yace en iniciativas como la de educar a comadronas de castas bajas para atender las necesidades de la población.

Casi todas ellas son analfabetas y la fundación les enseña a identificar con colores las pastillas que han de suministrar a los bebés en caso de malaria, diarreas, fiebre u otras afecciones.

Esta labor social eleva el estatus de estas comadronas, tradicionalmente marginadas por su pertenencia a castas bajas, y que configuran junto a 97 enfermeras y 20 médicos una red sanitaria descentralizada.

El humanista catalán Vicente Ferrer fundó en 1969 con su mujer, la periodista inglesa Anne Ferrer, el Fondo de Desarrollo Rural (RDT, siglas en inglés), y en 1996 creó en España la Fundación Vicente Ferrer como brazo económico para fortalecer la red humanitaria que había construido en la India.

La FVF, que celebró el pasado jueves su décimo aniversario en España, no ha dejado de crecer y en el momento del 87 cumpleaños de Vicente Ferrer cuenta ya con más de 137.000 colaboradores en España.