Decenas de personas, algunas incluso procedentes de otras regiones de Chile, se congregaron desde buena mañana en un recinto municipal del barrio de Pudahuel, en el occidente de la capital chilena, dispuestas a pagar elevadas cantidades de dinero por unas maletas cuyo contenido desconocían.

Las maletas que no fueron reclamadas por sus propietarios permanecieron alrededor de ocho meses en las bodegas de LAN Chile, que se encargó de su custodia, aunque se extraviaron en vuelos tanto de ésta como de otras compañías que operan en ese aeropuerto, aseguraron a Efe fuentes de la aerolínea.

Hasta el pasado lunes los posibles pujadores tuvieron la oportunidad de revisar por fuera y analizar los lotes, formados por entre 5 y 10 maletas, y decidir por cual de ellos apostar a ciegas, pues el contenido no se podía conocer hasta adjudicarse la subasta.

Hasta 147 veces golpeó la mesa el subastador Eduardo Taivo adjudicando los lotes al mejor postor, algunos de los cuales pagaron hasta 130.000 pesos (unos 260 dólares) por un lote, pese a que la apuesta inicial era de 1.000 pesos (dos dólares).

Los elevados precios que alcanzaron buena parte de los lotes motivaron las quejas de algunos asistentes al remate, que esperaban conseguir alguna valija por un módico precio.

"Venía con 10.000 pesos pensando que me podría llevar algo para mi casa, pero no alcancé ni a levantar la mano cuando ya iban en 30.000 pesos", se quejó una asistente a la subasta.

La subasta fue organizada por el municipio de Pudahuel, del que depende el aeropuerto internacional de Santiago.

El dinero obtenido en la puja se dividirá a partes iguales entre la municipalidad de Pudahuel y LAN Chile, que anunció que lo donará para destinarlo a obras sociales.