El 32,1 por ciento de los hogares canarios sufre algún tipo de pobreza, según el Informe de exclusión social en España 2008 de la Obra Social de Caixa Cataluña. El documento presentado ayer sitúa al Archipiélago como la séptima comunidad del país con mayor índice de pobreza severa, con un 3,6 % de hogares que viven con 3.219 euros al año. La pobreza moderada (6.347 euros anuales) alcanza al 20,3 por ciento), mientras que la alta (4.573 euros al año) llega al 8,2 por ciento.

El documento alerta además de que uno de cada cuatro niños en España son pobres, una situación que afecta a la mitad de los inmigrantes menores de 16 años, por lo que al perfil tradicional de la pobreza, los mayores de 65 años, se añaden nuevas caras, la de los menores y la del fenómeno de la inmigración.

En este estudio, por primera vez se analiza la pobreza teniendo en cuenta los diferentes ciclos de vida de la población. Así, se concluye que las comunidades con una pobreza más severa son Extremadura, Castilla y León y Andalucía.

Los menores son los más afectados por las pobrezas alta y severa, mientras que los mayores de 65 años padecen las consecuencias de la pobreza moderada. El grado de vinculación de los progenitores al mercado laboral y la propia composición del hogar son los dos factores que más influyen sobre el riesgo de exclusión económica infantil.

De esta forma, un 34 % de los menores que viven en hogares donde sólo trabaja uno de los padres son pobres, tasa que se eleva al 62 % de los niños cuando viven en una familia monoparental y el sustentador no trabaja. Respecto a los menores de 16 años inmigrantes, la mitad vive en hogares considerados pobres y el riesgo de padecer pobreza grave se acusa más entre los extranjeros. El riesgo de pobreza alta entre los españoles es del 8,4 % y entre los inmigrantes del 32 %, una brecha que también se constata en el riesgo de pobreza severa, de un 4 % en la población menor española a un 28 % de los extranjeros.