El fraude se descubrió cuando un cargamento de varias decenas de toneladas fue detenido en la frontera de Polonia con Ucrania por las autoridades aduaneras de ese último país debido a que los certificados de exportación belgas les parecieron sospechosos y algunos resultaron ser falsificados.

La carne, que ocupaba 32 vagones, estaba estropeada y llevaba congelada varios años, por lo que se sospecha que podría proceder de la llamada "crisis de la dioxina", señala el diario "La Derniere Heure".

En 1999, la contaminación con dioxina cancerígena de algunos alimentos para aves obligó a prohibir el consumo de carne de pollo, huevos y leche, lo que generó una grave crisis en el sector agropecuario.

Las investigaciones ulteriores en Ucrania permitieron localizar un total de 1.400 toneladas de carne, que estaba destinada a ser convertida en productos preparados (como hamburguesas) para ser reexportados hacia la Unión Europea, y que finalmente fue destruida.

Las pesquisas se centran en cuatro empresas de Bélgica, Alemania, Francia y Holanda, pero en la operación aparece también un montaje de sociedades con sede en Chipre y las islas Seychelles.