La protección del entorno natural ha topado con el Ejército. Ni tan siquiera la próxima aprobación de las normas de conservación del Parque Natural de los Volcanes frenará la incursión periódica de los batallones de tierra para realizar prácticas dentro de los límites de este espacio natural protegido, uno de los más significativos y frágiles de Lanzarote y situado en la antesala del Parque Nacional de Timanfaya. De hecho, algunos expertos apuntan que esta área debería incluirse en un futuro dentro del mismo. Pero, por ahora, seguirá reinando el sonido del fuego real y del tubo de escape de los camiones que de cuando en cuando se adentran en el lugar.

Técnicos de la Dirección General de Ordenación del Territorio del Gobierno de Canarias desplazados ayer hasta la Isla para visitar el Parque Natural de los Volcanes y el Paisaje Protegido de La Geria junto a la responsable política del departamento, Sulbey González, y la alcaldesa de Yaiza, Gladys Acuña, especificaron a este diario que, a pesar de las determinaciones que se incluyan dentro de las normas de conservación, el Ejército podrá seguir realizando las maniobras basándose en la concesión que tiene hasta el momento en que expire y siempre y cuando no se renueve. Las fuentes consultadas aseguraron que el Ejecutivo carece a día de hoy de información concreta sobre el estado de la concesión.

La edila de Yaiza sí comentó antes de iniciar el recorrido por la zona la intención del grupo de gobierno de buscar una solución negociada que permita convencer al Ministerio de Defensa de que el Parque Natural de los Volcanes no es precisamente el lugar idóneo para la realización de estos ejercicios. "Vamos a intentar que eso desaparezca de este sitio", aseguró. No es la primera vez que un cargo público del municipio expresa este deseo, pero hasta ahora lo cierto es que ni tan siquiera han trascendido negociaciones al respecto. El caso recuerda a lo que sucede en Arrecife con los viejos cuarteles del escuadrón del Ejército de Tierra, infrautilizados y convertidos en un tapón para el desarrollo de la ciudad. Sin embargo, Defensa ha rechazado trasladarse a otro lugar en todos estos años.

Vecinos de pueblos cercanos se han quejado de las vibraciones y del ruido que generan las explosiones y hace dos años el Ejército se convirtió en noticia al aprovechar las prácticas en el lugar para rotular con grandes piedras pintadas de blanco la frase "España hasta morir" en la bella Montaña Bermeja.