La multitudinaria manifestación, que transcurrió este jueves por la tarde sin incidentes durante sus más de cinco horas, estuvo escoltada en todo momento por un numeroso dispositivo policial en vista de los altercados registrados el día anterior, que se saldó con siete detenidos por enfrentamientos con las fuerzas del orden.

No faltaron, sin embargo, momentos de tensión cuando en varias ocasiones los participantes en la marcha trataron de saltarse los controles policiales con los que las autoridades trataron de evitar que la manifestación causase un caos circulatorio, como así fue.

La determinación de los integrantes de la protesta por decidir su itinerario sin imposiciones externas y la elevada presencia de medios de comunicación hizo que los agentes se contuviesen de usar la fuerza y abriesen los bloqueos.

Una medida que evitó nuevos incidentes con algunos exaltados.

"Son nuestras calles, son nuestros derechos, sabemos lo que queremos y no les vamos a dejar decirnos por dónde ir o qué deberíamos hacer en nuestro acto de desobediencia civil", explicó a Efe Corazón Ezquerra, integrante de la coalición AnswerLA, promotora de las movilizaciones.

El epicentro de la manifestación fue una conocida iglesia mormona de Los Angeles, que jugó un importante papel en la recaudación de donativos para las campañas de publicidad favorables a la Proposición 8, que pedía enmendar la constitución para definir matrimonio en California como el enlace entre un hombre y una mujer.

Esta propuesta se impuso finalmente en referéndum el martes 4 de noviembre con un 52,5 por ciento de los votos, lo que en principio obligará a los gobernantes a reformar la carta magna del estado y vetar las bodas gays que se vienen celebrando desde junio.

"Aunque la Proposición 8 se haya aprobado en California no nos vamos a rendir sin luchar y vamos a seguir peleando hasta que consigamos nuestros derechos civiles", afirmó Ezquerra.

El primer paso legal se dio el pasado miércoles por la mañana en un tribunal de San Francisco, donde se presentó una demanda en contra de la Proposición 8.

"Si la Corte Suprema ya dijo que era inconstitucional impedir el matrimonio por cuestiones de género, el hecho de que se haya aprobado no convierte esto en constitucional", aseguró Rodney Scott, presidente de LAPride, una ONG que promueve los derechos de gays, lesbianas y transexuales en Los Ángeles.

"Habrá que seguir insistiendo en las calles y en los juzgados", dijo Scott, que fue uno de los encargados de calmar los ánimos de los manifestantes más nerviosos que querían forzar a los policías antidisturbios a dejarles pasar por los controles establecidos en algunos cruces.

Además de las banderas arco iris que simbolizan el movimiento gay, los asistentes portaron numerosos carteles contrarios a la Propuesta 8, así como alusiones directas al Cristianismo, después de que las organizaciones religiosas se movilizasen a favor de prohibir los enlaces de homosexuales.

Mensajes como "Jesús habría votado no a la Prop.8", "Jesús sálvanos de tus seguidores" o "Dios es amor, no intolerancia" resumían el sentir generalizado de los manifestantes, que no dudaron en criticar las costumbres mormonas.

"No necesito cinco esposas, sólo un marido" o "Parar a los cristofascistas", recogían otros letreros agitados frente a la iglesia de este grupo religioso, lugar adonde regresó la marcha tras la puesta de sol.

Allí, mientras la policía tomaba posiciones tras la valla que protegía el jardín del gigantesco templo, varios miembros de la protesta treparon hasta un muro desde donde ondearon la bandera gay y lanzaron consignas.

A última hora, varios simpatizantes de los mormones se encararon con un pequeño grupo de manifestantes, a quienes recordaron que la propuesta 8 había sido aprobada por la mayoría de los californianos en una votación.

El rifirrafe no pasó de un breve choque dialéctico.

Mañana, sábado, está anunciada una nueva movilización en Los Angeles, que se prevé masiva.