La medida está incluida en el Plan de Atención y Prevención de la Violencia de Género en población extranjera inmigrante, aprobado este viernes por el Gobierno y que tendrá una vigencia del 2009 al 2012.

En rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Fernández de la Vega ha subrayado que la lucha contra la violencia machista "no puede entender de fronteras ni de lugar de nacimiento".

Actualmente, la proporción de inmigrantes maltratadas tiene una sobrerrepresentación respecto al peso demográfico de mujeres en España.

Mientras que las víctimas españolas han descendido del 77,1 por 100 en 2004 al 55,7 por 100 en 2008, el porcentaje de víctimas extranjeras en esos años ha pasado del 22,9 por 100 en 2004 al 44,3 por 100 en 2008.

En 2008 fueron asesinadas 31 mujeres inmigrantes y 39 españolas.

Igualdad, Trabajo e Inmigración, Interior y Administraciones Públicas considerarán en la reforma de Extranjería la posibilidad de obtener la autorización de trabajo por parte de las mujeres que han sufrido maltrato en los casos de reagrupación familiar y a quienes han obtenido permiso de residencia por circunstancias excepcionales al ser víctimas de esta violencia.

El objetivo del Plan es acercar los recursos a la población inmigrante, crear las condiciones adecuadas para prevenir esta violencia y prestar una atención desde una perspectiva global, pues la mayor dependencia de estas mujeres hacia su agresor, debido a la falta de redes de apoyo sociales y familiares, origina una mayor inseguridad a la hora de romper con la violencia.

Para hacer llegar estos recursos a las inmigrantes, el Ministerio de Igualdad hará campañas específicas de sensibilización y editará folletos sobre los derechos de las víctimas y los recursos disponibles dirigidos a extranjeras, que serán traducidos, en principio, al rumano, ruso, búlgaro, árabe, chino, francés e inglés.

Además se establecerá una vía de colaboración con las Embajadas y Consulados de aquellos países con una mayor presencia de extranjeras en España.

En cuanto a la formación, Igualdad y Trabajo e Inmigración pondrá en marcha módulos formativos destinados al personal de las Oficinas de Extranjería, a los voluntarios de las asociaciones de inmigrantes, agentes sociales y ONGs, con el fin de capacitarles en prevención, detección y acompañamiento a víctimas de violencia.

Al mismo tiempo, se firmarán convenios con las sociedades médicas y sanitarias cuyas actuaciones conllevan un contacto frecuente con la población extranjera, y con el Colegio de Trabajadores Sociales, para realizar actuaciones de formación y detección de la violencia machista.

El Plan también propone crear el espacio CON-FLUENCIA como foro común entre organizaciones de mujeres y de inmigrantes para planificar estrategias y programas de atención a las extranjeras.