El 5 por ciento de los accidentes de tráfico que se producen en España tienen su origen en la apnea del sueño, un trastorno que provoca somnolencia a quienes lo sufren y que multiplica por cuatro el riesgo de sufrir un siniestro en la carretera.

Según un estudio de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), la apnea del sueño afecta a entre el 4 y el 6 por ciento de los varones y alrededor del 3 por ciento de las mujeres en las edades medias de la vida y su frecuencia aumenta con la edad.

El 35 por ciento de los conductores circulan con sueño y un tercio de los siniestros están relacionados con la fatiga, un problema epidémico que afecta a la calidad del 45 por ciento de la población española.

Además, los accidentes de tráfico producidos por la somnolencia suelen ser especialmente graves, porque ocurren a mayor velocidad y, con frecuencia, se trata de colisiones frontales.

El perfil de quienes sufren este tipo de siniestros es un joven de entre 18 a 29 años, trabajadores a turnos, que consumen drogas o alcohol y, en general, los conductores profesionales.

Sufrir apnea representa un factor de riesgo muy superior a otros trastornos de salud más reconocidos, como los defectos visuales o auditivos, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, o incluso el alcoholismo, el consumo de drogas o las enfermedades mentales.

A pesar de disponer de tratamientos muy eficaces, SEPAR ha alertado de que apenas un 9 por ciento de los enfermos de apnea está diagnosticado, cuando se calcula que puede haber más de 2 millones de afectados en toda España.

Por ello, SEPAR ha propuesto una modificación de la legislación europea para que la apnea del sueño sea tenida en cuenta a la hora de obtener o renovar el permiso de conducir.